Capítulo 1

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-A ver ¿Que tenemos acá?
¡Es Jennie Kim! ¡Nuestra lesbiana favorita!

-Sehun, Kai, déjenla en paz. Se los advierto.

-Déjalos, Jisoo. No me importa.

-Pero a nosotros si nos importa, Jen, y hasta que estos idiotas no te dejen en paz...

-¡Cállate de una vez Rosé! ¡Nosotros haremos con ella lo que se nos dé la gana!

Jennie dejó escapar un gemido de terror. Sabía lo que aquellas palabras significaban. La golpearían... De nuevo.

-¡Ni se les ocurra tocarla! Kai.

-¿Y qué pasará si lo hago Rosé? ¿Qué me harán? -Preguntó con una sonrisa típica de villano de película.

-No querrás saberlo Jongin Kim.

Sehun y Kai se miraron y dejaron escapar una fuerte carcajada al unisonó. Luego, Sehun miro a Kai y asintió aún con su sonrisa de villano en el rostro.

Fue entonces cuando Kai sujeto el cabello de Jennie con una mano, la hizo retroceder hasta los casilleros y luego enterró su rodilla en su estomago. Un grito de dolor escapo de los labios de Jennie y, cuando el chico la soltó, cayó al suelo jadeando, intentado recuperarse del golpe. Lágrimas ya resbalaban por sus mejillas.

-Maldita les...

Pero Kai no pudo culminar su frase, pues Jisoo ya se había lanzado sobre él y estaba golpeándolo con todas las fuerzas que tenía mientras Rosé intentaba detener a Sehun.

-¡Corre Jen! -Grito Jisoo.

Jennie no dudó ni un segundo en hacerlo. Con el estomago aun doliéndole, corrió y corrió hasta llegar al estacionamiento. Una vez allí buscó las llaves de su auto desenfrenadamente hasta dar con ellas. Un minuto después, Jennie surcaba las calles en dirección a su casa a máxima velocidad, con lágrimas en los ojos y un terrible dolor en el vientre.

Al llegar, como siempre, la casa estaba vacía. Su madre y su padrastro solían trabajar hasta muy tarde, y Ella, su pequeña hermana, era cuidada por su tía durante las tardes. Jennie suspiro. A veces deseaba poder llegar, abrazar a su madre y contarle lo que había sucedido... Pero no podía. Y cuándo tenía la oportunidad de decirlo, no lo hacía. No lo hacía porque tenía miedo de que la llamasen cobarde. Ya tenía bastante con que todos en la escuela (Exceptuando Jisoo, Rosé y un par de gays) la llamaran estúpida lesbiana. No quería ser la estúpida lesbiana cobarde.

Triste y adolorida, subió a su habitación y empezó a llorar.

¡ERES TAN ESTUPIDA JENNIE! ¡¿POR QUÉ NO DEJASTE QUE TE BESARA ESA VEZ?! ¡¿Por qué, IDIOTA?! -se gritaba a sí misma, llorando sobre su cama.

Vamos, Jennie, sé que quieres hacerlo. -Había dicho Kai mientras la mantenía presa entre los casilleros y sus brazos.

Jennie se sentía asqueada por su olor a sudor, por sus labios demasiado cerca de los suyos, por sus brazos demasiado grandes para su gusto...

Kai, yo... no... no quiero -Dijo, con nerviosismo en su voz.

-Vamos, Jennie, solo un beso.

-No... ya... ya te lo dije -Decía, intentando empujarlo. Pero su fuerza era muy superior a la de ella por mucho.

-¿Por qué no quieres?

Jennie se quedo callada. Sabía lo que sucedería que si lo decía. En Seúl había cambiado de escuela tres veces por esa razón.

-El que calla otorga, preciosa.

Y lentamente, Kai acercó sus labios a los de Jennie. Ella apretó los ojos fuertemente, esperando que al abrirlos todo fuese una muy mala pesadilla. Pero no era así. Sus bocas casi se tocaban y Jennie estaba aterrada. Cuando Kai rozo sus labios ligeramente con los suyos, Jennie ya no pudo contenerse.

La Chica De La Ventana [JENLISA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora