Capítulo 13

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Jennie estuvo preocupada durante cinco días seguidos. La chica de la ventana no había estado en su habitación durante todos esos días. No la había visto ni una vez, y Jennie dudaba que la estuviese ignorando, aunque conociendo a Lalisa Manobal y su extraña personalidad, esto no la extrañaría. Fue entonces cuando lo supo. Estaba desayunando con su familia, ya preparada para ir a su escuela, cuándo Chaerin y Albert comenzaron a entablar conversación.

-¿Sabías que la hija de los Manobal está en el hospital?

Jennie abrió bien los ojos. No podían estar refiriéndose a ella...

-¿Los Manobal? preguntó Albert

-Sí, nuestros vecinos. Los padres no son muy sociables, pero hablé con sus hijos ayer mientras estaba en el supermercado.

-Creo haberlos visto un par de veces, pero nada importante... ¿Cuál de sus hijos está en el hospital?

-La mayor, creo. La de los ojos mieles...

"No, por favor, no" Suplicaba mentalmente a quien sea que la estuviese escuchando.

-¿Qué le sucedió? -Su corazón. Al parecer tuvo una falla cardíaca o algo así...

-Pobre chica...

A Jennie le ardían los ojos, repletos de lágrimas que deseaban salir. "No es Lisa, Tranquila Jennie" Intentaba convencerse, pero sabía que solo se estaba mintiendo.

-Yo la conozco susurró Ella, sonriendo, no entendiendo bien que era lo que sucedía con Lisa. Cuándo mi tía me trae a casa ella siempre está saliendo del auto de sus papás. A veces tienen que llevarla cargada hasta la casa comentó... Una vez se le cayó un libro repleto de... crucigramas, creo que se llaman... y fui a devolvérselo. Solo dijo gracias y entro a su casa contó, moviendo sus manos exageradamente, como si este movimiento permitiera salir las palabras de su boca más fácilmente. Creo que es algo gruñona murmuró riendo.

"¡No lo es! ¡Solo debes conocerla!" Gritó mentalmente, enojada. Pero Ella no tenía la culpa... ella era solo una niña. Ella no podía comprender todos los problemas con los que Lisa tenía que lidiar en su vida.

-Al parecer los doctores piensan que lo mejor es un trasplante de corazón, pero no pudieron hacerlo a causa de sus problemas renales... contaba su madre.

-¿Problemas renales?

-Si, es una chica llena de problemas...

-No lo es susurró, mirando su plato medio lleno, asqueada. Lo único que quería hacer era llorar y gritar. La comida ya no le interesaba, y esto era extraño siendo ella Jennie Kim. Podría estar drogándose, fumando y bebiendo, mamá, y eso sería un problema porque ella lo habría elegido. Pero ella no eligió tener todos los problemas que tiene... Es como cuándo te da un resfrió. Tu no elegiste el resfrió, el te eligió a ti.

-Tu mamá no quiso decir eso, Jennie...

-Lo sé, papá... Albert, quise decir. Aún después de tantos años viviendo con él, no se sentía cómoda llamándolo de aquella forma.
-Pero se refirieron a ella como una chica llena de problemas como si fuese una drogadicta o algo así...

Chitthip colocó una mano sobre la de Jennie y la apretó fuertemente con entendimiento.

-Lo siento cielo ¿Está bien?

Jennie simplemente asintió, dudando en poder responder gracias a las lágrimas que querían salir en ese momento.

-¿Y cómo se llama ella? preguntó su papá

-No puedo recordarlo bien dijo su mamá... Era algo como... Era... ¡Lalisa!

"¡MIERDA!"

Lalisa Manobal estaba mal. La chica de la ventana estaba mal. La chica de la ventana podía estar muriendo en ese preciso momento. Sin poder soportarlo más Jennie se levantó de la mesa y fue directo a su habitación sin terminar su desayuno. Cerró la puerta y se apoyó en ella, mordiéndose el labio para que su boca no dejara escapar los gritos que deseaba. Fue deslizándose lentamente hasta llegar al suelo, y una vez allí se cubrió la cabeza con ambas manos y lloró.

La Chica De La Ventana [JENLISA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora