La Chica De La Ventana [JENLISA]

Capítulo 46

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Lisa observó las facciones de la chica de la ventana deformarse de inmediato, una risa desesperada y algo maniática brotando de sus labios.

-Estás jugando ¿verdad? preguntó, la risa continuando.

Lisa frunció el entrecejo. Claro que no lo estaba.

Se levantó lentamente, colocándose frente a Jennie, sujetando sus manos antes de mirarla a los ojos, intentando pedirle perdón por no ser ni poder hacer lo que realmente quería.

Ella quería ser libre.

Ella quería besarla.

-Lo siento susurró con tristeza.

Y Jennie simplemente se lanzó sobre sus brazos, envolviéndola fuertemente, escondiendo su cabeza en su cuello, sus lágrimas frías chocando contra su piel.

Esto le rompió el corazón.

No en el sentido literal, porque los corazones no pueden romperse así como así, pero el dolor que sintió fue como ese. Como el dolor que debe sentirse cuando verdaderamente te rompen el corazón.

-¿Por qué Lili? sollozó contra su hombro.

Escuchar sus palabras ahogadas acrecentó su dolor. Si antes su corazón se había roto, ahora estaba triturado.

De nuevo, no literalmente.

-No lo se...

-Pero tienes diecinueve, chilló.

-A mi madre no le interesa eso.

-Pero... tu... tu... ¿Por qué aceptaste?

-El solo me lo pidió, Nini... No tuve tiempo de responder. Mi madre aceptó por mi.

-Pudiste haberte negado susurró, aferrándose a la parte trasera de la ajustada camiseta de Lisa con fuerzas, como si no quisiera dejarla marchar.

No es que quisiera irse a alguna parte.

-No habría servido de nada. Ellos no me escuchan, Nini... Ellos me ignoran. Es como si no estuviese con ellos.

-Podrías intentarlo...

-No lo creo. Mi madre es tan controladora que me detendría incluso antes de pensarlo.

-No te rindas, casi suplicó, aún contra su cuello.

-Realmente lo siento, Nini...

-No me llames Nini si vas a rendirte, le reprochó, apartándola bruscamente. Lisa sintió el impulso inmediato de correr a abrazarla cuando vió sus ojos hinchados y sus mejillas húmedas, pero se detuvo cuando su diccionario mental detectó enojo en sus facciones.

-Por favor, no me odies...

"Por favor. Por favor. Por favor. Si nos odia sera tu culpa, idiota"

-No podría odiarte, sollozó sentándose sobre la cama de Lisa y mirándola fijamente a los ojos. Lisa pudo jurar que pudo sentir el dolor de la chica en su interior con solo este gesto. -Pero estoy decepcionada de que realmente no hagas nada para evitar esto... Ayer me dijiste que ibas a dejarlo... Y hoy... hoy me dices que vas a casarte con él.

Lisa suspiró con tristeza y se acercó a ella, arrodillándose y mirándola a los ojos. Tal vez no lo merecía. Tal vez no merecía sus ojos sobre los suyos. Pero los necesitaba. Los necesitaba para no derrumbarse junto a ella.

"Eres una idiota, Lisa. Mírala. Esta llorando. ¡ESTA LLORANDO PORQUE NO ERES CAPAZ DE HACER NADA POR ELLA! ¡ERES UNA...!"

Sus pensamientos se detuvieron cuando sintió las manos de Jennie sobre las de ella. Involuntariamente, sus dedos habían comenzado a chasquear.