Capítulo 29

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Luego de media hora Sana y Momo se habían marchado. Lisa estaba un poco más tranquila, pero aún así preocupada por Rosé y Jisoo. No comprendía por qué Jisoo había reaccionado de aquella forma. No es como si hubiese hecho algo malo. Solo había besado a Rosé durante cinco segundos. No era tan grave.

Tal vez estaba molesta consigo misma porque pensaba que el beso podía significar que había engañado a su novio, al cual Lisa aún no había conocido personalmente, pero creía haber escuchado a su amiga llamarlo Eunwoo. La verdad es que no hablaba mucho de él.

Una hora después Lisa aún seguía observando a través de la habitación, con su mano derecha apoyada en el vidrio y esperando que Jennie apareciera allí para decirle que todo estaba bien.

Rosé ya no estaba allí. Se había ido quince minutos después, luego de comprobar que Lisa estaba bien. Dijo que necesitaba pensar. Tal vez también se sentía culpable por haber besado a su amiga. Es decir, ella también tenía novio y no era más que el primo de Jisoo, la chica con la que se había besado. Seguramente estaría pidiéndole disculpas al pobre Jin en aquellos minutos. Finalmente la chica se canso de esperar. No podía soportarlo más. Tomó una de sus muchas chaquetas de cuero y se dispuso a salir, no pensando en que aún traía la ropa con la cual había llegado a casa luego de salir del hospital, las cuales eran solo unos pantalones de pijama grises, una camiseta blanca demasiado grande y pantuflas de leones.

Bajo las escaleras, sentándose en el último escalón para tomar aire durante diez minutos. El estado de su corazón no era el mejor para salir, pero aún así necesitaba saber que era lo que había sucedido con su novia y su amiga, y por qué aún no regresaban.

-¿Qué estás haciendo acá, Lisa? Deberías estar descansando... preguntó colocando una mano sobre el hombro de su hermana, de inmediato apartándola cuándo la chica de ojos mieles comenzó a chasquear sus dedos.

-Bambam... yo... yo quería... Intentó mentir, pero realmente no era buena para eso, y la falta de oxigeno tampoco la ayudaba.

-No me mientas, Manobal.

-Quiero ver a... Jennie susurró débilmente, el aire volviendo lentamente a sus pulmones y su corazón regularizando sus latidos.

-Mamá no te va a dejar salir... Le dijo.

Lisa suspiró decepcionada. "Idiota. Idiota. Idiota. Debiste haberlo sabido. Eres una idiota, Manobal. Quieres verla y no se te ocurre un mejor plan. ¡Yo también quiero verla, idiota! ¡Yo soy tu! ¡Debiste haberlo planeado mejor!"

-Tal vez podría ayudarte...

-¿Es en serio? preguntó rápidamente elevando la mirada, jamás mirando a su hermano a los ojos.

-Si, puedo distraer a mamá para que logres salir sin que ella lo sepa... Pero necesito un favor.

-¿Un favor? preguntó dudosa.

-Abrázame Lisa, pidió su hermano con voz quebrada. La chica de ojos mieles de inmediato se volteó hacia el, completamente confundida.

-¿Por qué?

- Porque te extraño ¿Está bien? Antes solías abrazarme siempre, aunque no te gustaba. Antes bromeábamos juntos. Antes me mirabas a los ojos y luego reías cuando le reclamaba a mamá y a papá no tener unos ojos como los tuyos, y después me decías que un par de ojos no importaban cuando se comparaban con tu forma de ser. Antes eras tu misma. Eras diferente, Extraño a esa Lisa. La quiero de vuelta...

-Bambam... lo interrumpió, sus ojos cristalizándose y las palabras afectándola enormemente en su interior.

-Espera, déjame terminar... Te ayudaré, Lisa. Y voy a hacerlo solo a cambio de un abrazo porque desde que estas saliendo con Jennie te escucho reír. Siempre que hablas con ella a través de tu ventana, en las noches, tu ríes. Y eres la misma Lisa de hace años. La misma que quiero de vuelta... Ella te hace feliz, Lisa. Y por eso voy a ayudarte. Voy a ayudarte porque Jennie esta regresándome a mi hermana.

La Chica De La Ventana [JENLISA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora