una nueva Oportunidad

hamburguesa

La noche se había puesto, y Jane se encontró a sí misma en aquel bar, cenando una hamburguesa, que probablemente terminaría vomitando también.

Jeff la contemplaba con dulzura y una sonrisa inconsciente.

_ ¿por que me miras asi ? _ sonaba a la defensiva, lo cual a penas rompio la ensoñación masculina.

_ hace mucho no nos llevábamos bien.

_ y no te emociones, solo hago esto por tu mamá.

_ ¿en serio? _ se hizo un silencio incómodo,  y la chica continuo comiendo,  el bebió de su cerveza.

Ella lo miró a los ojos, ahora siempre se veían rojos e hinchados.

Se sintió mal, sabía que el estaba intentando ser dulce, pero no era su fuerte. Otra vez el se encerraria en si mismo, y quizás ella se sentía más segura así.

Con ese hombre que le revolvía las hormonas lejos emocionalmente.

_ Jeff, me cuesta decir esto, pero ... no te odio.

El pelinegro, se sorprendió pero intento disimularlo, y seguir con su bebida.

_ yo si

_ ¿vos si que?

_ yo si te odio.

La chica se sintió estúpida,  y tiro la banqueta hacia atrás, el ceño fruncido la acompañaba aún cuando sintió la fría mano del chico sobre su antebrazo.

Los ojos verdes delimitaron la figura. Encorbado, envuelto en una sudadera blanca, y esas cicatrices en el rostro.

La había vuelto loca para que comiera, le pagó la comida y le curo las heridas del brazo. Pero ahora la odia.

_ no quiero estar con alguien que me odia.

Su mirada desafiante,  solo causó ternura en el.

_ Arkensaw,  no vas a ir a ningún lado hasta que termines de comer. No hay excusa que valga, estas en los huesos.

_ ¿por que te importa?_ El gruñó por lo bajo y bebió más de su cerveza.

_ porque hay un nene de diez años que aún sueña con huir junto a vos. Robar el auto de mi papá, las jollas de tu mamá,  conseguir identificaciones falsas, y ser felices juntos.

Ella guardo silencio,  y mantuvo los ojos fijos en el, pero ahora con dolor.

_ yo te ame desde que te conocí Jane.

_ ya no somos nada_ dijo lo más fríamente que pudo, el pecho le dolía, no sentía lo que decía. Pero realmente no sabía que sentía.

_ tengo miedo, y puedo decírtelo.

_ Jeff...

_ ¿te gusto la hamburguesa ?

_ me gustan más las de tu mamá .

El volvió a dejar una sonrisa efímera escapar,  cargada con más nostalgia.

_ otra cerveza por favor _ ordenó al mozo.

_ no voy a quedar a ver como te destruis.

_ será mejor que corras lejos, porque pienso hacer explosión.

El rostro estaba ensombrecido, a veces el daba miedo. Y otras veces lograba que ella dejara de lado su ego. Por desgracia esta no fue una de esas veces.

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Sally se hallaba otra vez en el cafe, pero esta vez alejada de los clientes, se dedicaba únicamente a lavar los platos, lo que dejaba a Ben con doble trabajo.

La chica veía la pequeña coleta rubia de su amigo volar entre trote y trote de mesa uno a mesa 10. Siempre dejándose algo, siempre luchando contra la frustración de los clientes.

La culpa la acosaba, sabía que Ben siempre se encargaba de todo de la mejor forma que podía. Traer y llevar a sus hermanos de un lado a otro, atender el café, y más ahora que su madre luchaba contra el cáncer.

Pero recordaba las claras palabras de su amigo "no te muevas de aquí, el psicólogo dijo que nada de estres". Por empezar por eso se fue de la casa y volvió a trabajar tan rápido.

_ ¿estas bien? _ el la miraba con entusiasmo pese a lo cansado que estaba. Río por un momento mientras acercaba una mano a la mejilla de su amiga retirándole un poco de espuma que aún permanecía allí después de horas de lavar trastos._ sucia_ bromeo estirando la palabra.

Ella río ligeramente por primera vez en el día y el amo su sonrisa, como siempre.

_ te traje esto, lo encontré en el lago el otro día.

El extrajo de su bolsillo una pequeña piedra brillante,  ella pensó inmediatamente que a veces su amigo hacia pingüinadas muy lindas, y río para sus adentros ante esa idea.

_ es hermosa, me gusta mucho.

_ así si tu mamá vuelve a levantarte la mano, tenes algo que lanzarle_ ambos compartieron esa sensación calida, el tacto de las manos opuestas aún les provocaban cosquillas.

El de ojos azules se dirigió de vuelta al trabajo,  dejando a la chica con un problema álgido de taquicardia.

_ Benny_ lo llamo de forma burlona aquel hombre de cabello negro que le sacaba dos cabezas al enclenque mozo.

_ ¿que pasa Jason? _ respondió con desgano.

_ tus consejos son una mierda, sally no me ha respondido ni un mensaje.

_ te dije que no la presionadas, acaba de pasar por una situación muy difícil.

_ ¿no querías que tu mejor amiga tuviera novio?

El chico más menudo rodó los ojos, le enfadaba que ese idiota hablara como si el fuera quien hacia el favor.

_ quiero que ella tenga a alguien que la ame, la cuide y no deje que nunca olvide lo importante y especial que ella es. Y si, quizás le gustes pero si actúas tan desconsiderado con ella, no vas a conseguir nada.

_ si tanto la queres ¿por que es que no usas estas cosas para conquistarla vos? _ para mi me estas tomando el pelo_ gruñó algo harto del pequeño.

_ lo hago porque yo nunca podría hacerla feliz, solo somos amigos.

El gigante gruñó otra vez, y presionando entre sus dedos de salchichas un ramo de peonias se acercó al mostrador y llamó a la delicada mujer.

Ben decidió ver la escena de lejos, desde el depósito oyó las voces solapadas por las paredes de duelo que dividían.

Se forzó a sonreir, eso dolía pero ella acepto la cita,  el cerro la puerta.

_ misión cumplida_ murmuró por lo bajo con la voz entrecortada_ por Dios, debería estar feliz por Sally, se reprocho y volvió a forzar una sonrisa en su rostro.

El reloj le anunciaba que era hora de retirar a sus hermanos de sus clases de dibujo.

_ ¿Ben ya te vas?

_si, cierra por mi.

_ me invitaron a salir _ dijo con una amplia sonrisa terminando de sacudirse el delantal.

_ siii!!! Que genial vas a salir a romper un par de corazones.

_ ¿Ben estas bien? Estas hablando raro.

_ llego tarde _ se excuso antes de huir olvidando sus llaves otra vez.

_ nene tonto_ murmuró, con un dejó de nostalgia.