罪 Traición -Satzu [OS]

OS

Hace bastante que las chicas de Twice habían dejado de vivir juntas, sin embargo, y por idea de Jihyo, habían decidido comprar una propiedad en conjunto. Aquella casa era utilizada como punto de reunión y cada vez que alguna se sentía sola podía acudir allí... Al ser 9 personas, siempre había alguien dispuesto a recibirte en casa.

Ése día, Sana había decidido ir, hace algunos días que había vuelto a Corea por el debut del MISAMO, Mina y Momo no contestaban sus teléfonos, Jihyo se encontraba promocionando su debut solista así que solo podía encontrar en casa a Nayeon, Jeongyeon Dahyun, Chaeyoung o Tzuyu.

Al entrar, Sana encontró la sala de estar vacía, así que se dirigió al jardín donde vió a Tzuyu sentada en un columpio mirando el cielo, a decir verdad Sana no se sentía nada cómoda al estar sola con la Taiwanesa

¿La explicación?

Te lo resumiré...

Sana y Tzuyu habían tenido una pseudo relación al poco tiempo de haber debutado. Ambas chicas estaban muy enamoradas pero el destino se empeño en separarlas, Sana era demasiado cariñosa con la chica y Tzuyu siempre la buscaba, la empresa no se sintió cómoda con eso... Tzuyu era su TOP Maknae y no podían arriesgarse a que sufriera otro golpe público, no luego del escándalo que se armó por la bandera de Taiwan.

El tiempo pasó y ambas chicas fueron obligadas a separarse. A los años Sana comenzó una perfecta relación con la líder del grupo y la renovación de contratos solo beneficio su relación, ya que, aunque no podía ser pública al menos gozaban de libertad moderada

— Sana Unnie, hola

Tzuyu saludó desde la distancia en el columpio, Sana se había quedado perdida mirándola

— Hola Tzu -Sana se acercó tímidamente- ¿Estás sola aquí?

— Sip, Nayeon Unnie y Jeongyeon Unnie están en su milésima reconciliación, Chae y Dahyun fueron al cine y el resto, ya lo sabes -Tzuyu sonrió tímidamente, Sana siempre la ponía nerviosa-

La japonesa miraba con atención a la chica, cada gesto, cada movimiento... Todo en ella era perfecto.

— Bueno, yo mejor me voy -Tzuyu terminó por levantarse-

Sana tomo a Tzuyu por el brazo. Cuando tuvieron contacto fue como si de sus cuerpos salieran chispas

— Quédate... Preparemos algo de comer juntas, hace mucho no lo hacemos -dijo Sana de forma directa -

Tras escuchar esas palabras, algo en los ojos de Tzuyu cambió, una sombra opaco aquel brillo que tenía hace unos momentos, su voz dejo de tener un tono lindo y amigable para dar paso a un tono algo más sombrío

— Por favor, no me hagas ésto Sana... No es justo para nadie y tú eres feliz con Jihyo, entonces por favor vamos a limitarnos

Los ojos de Sana se abrieron de golpe e involuntariamente soltó a Tzuyu, la Taiwanesa comenzó a caminar con paso firme, pero antes de que pudiese irse Sana habló

— ¿Tanto miedo me tienes Chou Tzuyu? -pregunto con una risita burlona, aunque realmente por dentro no se explicaba porque hacía esa estupidez-

— No tengo miedo de tí... Tengo miedo de mí cuando te tengo cerca, tengo miedo de mis instintos y de mi corazón -Tzuyu miro a la japonesa seriamente - Ya no soy una niña Sana, ahora eres tú quien debería sentir miedo

Algo dentro de Sana se removió, una corriente eléctrica recorrió su cuerpo... Un pensamiento acorraló su mente ¿De verdad se estaba estremeciendo por Tzuyu?, Por dios ahora Jihyo era su novia, su novia perfecta. No podía tener esos pensamientos

Sana tartamudeo y miro hacia otro lado, eso fue suficiente para Tzuyu porque ese gesto inocente y temeroso hizo que algo se encendiera en su interior, con tres zancadas firmes se acercó a la japonesa

— Parece que ahora sí entiendes -Tzuyu tomo el rostro de Sana con una mano y apretó sus mejillas- Cada día eres más hermosa ¿Lo sabías?

Sana tragó grueso con nerviosismo, sus piernas temblaron mientras veía los oscuros ojos de Tzuyu, eran como agujeros negros que querían tragarse la

Ahora, la intrépida y ocurrente japonesa se había quedado sin armas, sin defensas y ni siquiera podía decir uno de sus comentarios atrevidos, porque Tzuyu la tenía sin aliento

— Pídeme que te suelte Sana -con su mano libre, Tzuyu abrazo a Sana y la pego a su cuerpo- dime qué eres feliz con Jihyo, que yo solo soy una niña ante tus ojos, dilo y liberame

— ¿Y si no quiero? -Sana la miró fijamente, sintiendo como los dedos de la Taiwanesa se hundían en su cintura. Ésto era irreal- realmente, ya no eres una niña Tzu - inconscientemente Sana apretó sus muslos-

— Es egoísta tenerme sufriendo por ti tantos años, mientras veo como ríes con Jihyo, como son felices... Y si no quieres liberarme -se acercó al cuello de la japonesa para deleitarse con su aroma-  al menos dame algo que me mantenga con vida o yo lo tomaré

El pecho de Sana subía y bajaba con rapidez, Tzuyu estaba cerca, muy cerca y los sentimientos que una vez decidió sepultar estaban volviendo a la vida como zombies hambrientos... Pero no quería parar, le encantaba que Tzuyu fuese imponente

— ¿Qué puedo darte?

La pregunta de Sana salió como un suspiro placentero producto del fuerte agarre y eso terminó de nublar los sentidos de Tzuyu, la maknae terminó por ceder a sus impulsos, apretó a la chica más contra su cuerpo como si quiera que se volvieran una sola y así la beso

El beso era desesperado, ambas chicas parecían querer dejar el alma en los labios de la otra, Sana se puso de puntitas y pasó sus manos por el cuello de Tzuyu. El beso pasó de la desesperación a la lujuria demasiado rápido, aunque Tzuyu guardaba en su interior un rencor enorme, lo dejaba salir mordisqueando los labios de Sana, tras unos minutos se separaron para tomar aire, demasiado agitadas

— No voy a disculparme por eso... -las palabras de Tzuyu fueron una sentencia, pero en vez de un reproche recibió una sonrisa de parte de la japonesa-

— Nadie te ha pedido que lo hagas Tzuyu -Sana acarició suavemente la mejilla de la Taiwanesa - me dijiste que te liberara... Entonces es tu momento

Tzuyu miró a Sana con ojos de pánico, era el momento de que Sana lo dijera, que le dijera que la dejara en paz porque era feliz con Jihyo, que ese beso no debió suceder

— Quiero que me folles hasta que me hagas llorar -susurro Sana en el oído de la chica- libérate de mí, pero deja en mi cuerpo la satisfacción de haber sido tuya

Los ojos de Tzuyu se delataron, cuando tomo a Sana para besarla con desesperación... Sí, esa sería su despedida, por fin Tzuyu podría liberarse de la opresión en el pecho que Sana le producía o tal vez, después de aquello... Comenzaría una batalla inclemente por el corazón de la japonesa.

Sana por su parte, decidió ceder a sus impulsos, a esas ganas que tenía de ser poseída por Tzuyu, le dolía por Jihyo pero

Era el momento de ser infiel