Capítulo 5: Juego de sombras (1ra parte)

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Suiza, ciudad de Lucerna, 06:00 AM, sábado 20 de mayo del año 2022 d.C

A medida que el reloj marcó las seis de la mañana en Lucerna, la ciudad estaba en pleno movimiento

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A medida que el reloj marcó las seis de la mañana en Lucerna, la ciudad estaba en pleno movimiento. Las calles adoquinadas se hallaban llenas de vida, con turistas y lugareños explorando cada rincón. El sol brillaba intensamente en el cielo azul y se reflejaba en las aguas cristalinas del lago Lucerna, creando destellos brillantes que dieron un toque mágico al ambiente. En el casco antiguo, los cafés y restaurantes al aire libre permanecían ocupados, con el aroma tentador de café recién hecho y pasteles que se incorporaron en el aire. El sonido de conversaciones animadas y risas se diluyó con el ocasional repique de campanas de iglesias cercanas. Los barcos de excursión navegaban tranquilamente por el lago, ofreciendo vistas espectaculares de las montañas.

—¿Dónde estará Kala-chan? —preguntó Mittelt, un pequeño ángel caído de cabellera corta rubia que llevaba un vestido de lolita gótica. La chica estaba parada en lo alto de un edificio, observando la bulliciosa ciudad bajo sus pies. Habían estado en busca de algún indicio que le dijera qué pasó con su compañera.

—No lo sé, Mittelt. Se me hace que estamos buscando pistas inexistentes, no estamos avanzando como deberíamos, algo no cuadra —respondió seriamente una mujer de ojos obsidiana y largo cabello negro atado en una coleta alta mediante un gancho marrón mediano junto a unas gafas de sol amarillas como adorno, llevaba puesta una casaca anaranjada, debajo de esta; una polera corta con extremos verdes la cual permitía ver su plano como tonificado vientre, dos cadenas de plata que adornaban su delgado cuello brillaban con el sol; una era de dimensiones reducidas que hacía juego a otra de mayor longitud que terminaba en un colgante alusivo a un corazón, y una falda larga de semejante material que ondeaba con la brisa.

—¿Por qué dices eso, Ara-chan? —pregunta Mittelt confundida.

—¿Recuerdas la presencia de magia demoníaca que sentimos la última vez? Ha desaparecido, y para colmo buscamos por toda la ciudad y no hay ningún rastro de nuestra compañera... nada, me da un mal presentimiento. Y por favor jovencita, ¡no me llames Ara-chan! —responde la mujer con algo de disgusto.

—Bien, como sea entonces... aguafiestas —rezongó la rubia entre dientes haciendo pucheros sin ser escuchada por su superiora—, por cierto, ¿Taumiel no debería de haber venido ya?

Y como si lo estuvieran invocando apareció el aludido repentinamente.

—Aquí estoy —se presentó el ángel caído—, el capitán Aziel nos comprará un poco de tiempo mientras presenta el informe de la misión a Lady Penemuel, por mi parte estuve buscando pistas de manera ardua... y no he encontrado nada.

—¡Qué horror! Entonces... ella está, ¿muerta? —balbuceó la rubia.

—Como dije antes... "no he encontrado". Sin embargo, algo me dice que todavía sigue viva. Es un presentimiento, de seguro ustedes también lo sienten, ¿no es así? —le interrumpió el ángel caído masculino mirándolas con seriedad.

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