three

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El fin de semana había pasado rápido.
Era Martes, casi mitad de semana pero la clase 2-A se encontraba en su segundo bloque del día y honestamente existían muy pocos estudiantes que estuvieran realizando las actividades asignadas por el profesor.

Euijoo claramente ya había terminado con sus deberes y como no tenía mucho que hacer estaba ayudando a sus amigos con lo que se les dificultaba más.

A Byun le gustaba ayudar cuando alguien lo necesitaba, era un buen alumno y siempre se preocupaba de organizar sus tiempos para estudiar y hacer los proyectos que les asignaban en cada asignatura. Todos adoraban al bonito y alto Byun Euijoo porque era la persona más amable, educada y dulce del salón.

— Euijoo de verdad si no existieras creo que me quedaría estancado aquí por siempre —Sunghoon exclamó mientras estiraba sus brazos y masajeaba sus muñecas que tenían un leve dolor por escribir demasiado.

— Dios Sunghoon, eres un dramático, tampoco era tan complicado —Jake le respondió mientras ponía sus ojos en blanco. A veces no podía con lo dramático que era Sunghoon.

— Ajá por supuesto señor que hace tres minutos casi se larga a llorar por no poder resolver el ejercicio y tuvo que pedirle ayuda a Juju.

— Oh dios, solo cállate Park —Jake solo se levantó para llevar su actividad hasta el profesor mientras que Sunghoon quedaba atrás riéndose de él.

— ¿Pero ahora lo puedes entender Hoonie?

— Oh claro —le confirmó Sunghoon moviendo su cabeza de forma afirmativa— Pero, en unas horas lo volveré a olvidar —terminó con una sonrisa tímida al responder y sin mirar al contrario.

— Hiciste tu mejor esfuerzo Euijoo, Sunghoon es un soldado perdido, no te preocupes —Jake regresaba de la revisión hecha por el profesor mientras palmeaba el hombro del mayor.

— Honestamente las matemáticas apestan.

Y cuando Euijoo estaba por responder, alguien golpeó la puerta del salón haciendo que el profesor dijera un fuerte << adelante >> mostrando que la persona detrás del pedazo de madera era Yuma.

— Buenos días profesor, lamento interrumpir su clase —habló Yuma una vez dentro del salón.

— No te preocupes Yuma, ¿que necesitas?.

— El orientador escolar necesita hablar con Euijoo de un tema muy importante e urgente y me solicito si podía llevarlo hasta su oficina.

— Oh claro, no hay ningún problema, puedes salir Euijoo.

Euijoo vió claramente la sonrisa que le dedicaba su profesor para girarse en su lugar sin poder evitar mirar confundido a Sunghoon y a Jake pensando en que habrá hecho para llegar hasta el orientador escolar. Una vez de pie, acomodó su silla, camino hasta la puerta tratando de no demostrar lo nervioso que estaba y finalmente Yuma y él salían por la puerta no sin antes hacer una reverencia. Caminaron alejándose un poco del salón y antes de que pudiera preguntar si sabía que estaba pasando vio a Nicholas a la mitad del pasillo.

— ¿Nicho? —Euijoo se preguntaba si algo le había sucedido para que estuviera ahí.

— Gracias Yuma, te debo una —Nicholas se acercó para chocar los cinco con el contrario.

— De nada, mientras no nos descubran puedo ayudar en lo que sea —Yuma les dió a los dos su típica sonrisita que estaba acompañada de su lindo colmillo mientras agitaba su mano en despedida y se alejaba del par.

— ¿Que acaba de pasar? ¿Que es todo esto? —no podía evitar el estar confundido y esperaba aunque sea una respuesta del chico que estaba frente a él, pero lo único que recibió fue el calor de la mano del mayor rodeando su muñeca mientras lo arrastraba detrás de la universidad (en donde no muchas personas iban).

Al seguir sin saber lo que estaba pasando y porque no se estaban dirigiendo a la oficina del orientador, Euijoo pregunto— ¿Entonces no pasó nada grave?.

— ¿Sabes lo que es inmensamente grave? lo mucho que te extrañe —los brazos de Nicholas no demoraron mucho en abrazar la cintura del contrario mientras lo apegaba a la pared y acercaba sus rostros hasta rozar sus narices en un beso esquimal.

Oh.
Así que de esto se trataba todo.

— Nicho nos vimos ayer.

— Pero aún así no me siento completo —le susurro sobre sus labios mientras acariciaba su mejilla con su nariz.

— De verdad me puse muy nervioso cuando Yuma dijo que el orientador necesitaba hablar conmigo.

— Perdón bonito, pero no existía otra excusa para poder sacarte de clase y sabes que a Yuma no le dirán nada porque es parte del comité estudiantil.

— ¿Pero no pudiste aguantar un poco más hasta la hora de almuerzo?.

— No, definitivamente no, se me estaba haciendo eterno.

— Pero solo quedaban un—

—Juju...solo...—Nicholas no termino la oración cuándo ya había juntado sus labios con los del menor, amando la sensación, dejando salir un pequeño quejido de satisfacción porque había estado toda la mañana sintiendo un hormigueo en sus labios de solo recordar lo que era besar a Byun Euijoo.

Los dos se separaron para poder mirarse y cuando lo hicieron no pudieron despegar sus ojos del otro, era hipnotizante el como brillaban y transmitían tanto y apreciaron el como se dedicaban una pequeña sonrisa antes de que Nicholas llevará su cara al cuello de Euijoo, ocultándose ahí y apretando con sus brazos levemente la cintura del otro.

— De verdad...te extrañe tanto, quería verte lo más rápido posible —Nicholas no pudo evitar no dejar pequeños besitos en el cuello de Euijoo mientras esté sentía como los tiernos besos iban acompañados de una sonrisa. Él amaba sentir las pequeñas sonrisitas que estaban en medio de sus labios cuando estos se encontraban.

Nicholas decidió volver a besar los bonitos labios de Euijoo mientras pasaba sus manos por su pelo y llevaba estas finalmente de nuevo a sus mejillas acariciandolas. Los besos eran prolongados y lentos, tan lentos que ambos podían sentir lo despacio que sus labios se separaban, disfrutando el momento hasta que el mayor comenzó a dejar pequeños besos en esos los bonitos labios.

— Ya es hora de comer, ¿quieres ir partiendo ya? —le pregunto al menor mientras veía la hora en su celular.

— Ujumm, estoy teniendo un poco de hambre ¿tu no?.

— Un poco.

— Mamá te mando comida —comentó Euijoo peinando los cabellos de Nicholas.

— Oh god, que esperas, necesitamos llegar a la cafetería ahora!.

Y Euijoo solo pudo reír al ver lo mucho que Wang gustaba de la comida de su madre.

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