specials or not?

seven

Casi se cumplía una semana desde el juego del cierre de ciclo.

Casi una semana en dónde Nicholas ha tratado de hablar con Euijoo para saber que sucedía. La angustia lo estaba superando y ni siquiera podía intentar preguntarle a sus amigos porque ya lo había hecho tantas veces y en cada una de esas veces ellos se negaron a contestar sus preguntas, diciéndole lo mucho que lo lamentaban pero él sabía perfectamente que una parte de esas razones era evitar tener problemas con Jake y Sunghoon.

Así que lo haría él.

Él buscaría las respuestas. Bueno, lo intentaría.

Esa era la razón por la que estaba en frente de la casa de la familia Byun, nervioso hasta más no poder pero tenía que actuar como si todo estuviera bien para no alertar a nadie.

Así que Nicholas llevo sus nudillos a la puerta y finalmente golpeó. Inhalo unas cuántas veces y cuando ya estaba expulsando el aire la puerta se abrió.

— Oh Nicholas, hola cariño.

Y en frente del taiwanés se encontraba la señora Byun, por lo que lo llevo a suprimir sus nervios aún más para no preocuparla.

— Hola señora Byun.

— ¿Cómo estás cariño? ¿Todo bien? hace días que no te veía por aquí.

Oh. Así que Euijoo no había dicho nada. Entonces no lo arruinaría— Oh si, todo bien, es solo que estaba ocupado con unas cuantas cosas y por eso no pude venir antes.

— Está bien, lo entiendo. Sabes que eres siempre bienvenido aquí en casa.

— Muchas gracias —Nicholas le dió una cálida sonrisa a la señora Byun.

— ¿Vienes a ver a Juju?.

— Si, ¿puedo?.

— Claro que lo vienes a ver a él, fue una pregunta tonta —soltó una risita la Byun mayor— pasa, pasa cariño, por supuesto que puedes. Nosotros de todas formas íbamos de salida, así que confío en que no harán un desastre.

— Claro que puede confiar en eso.

— Gracias Nicho, Juju esta en su habitación, así que solo tienes que subir. ¡Eunji andando, no me gusta estar tarde! nos vemos cariño, cuídate.

— Igual usted señora Byun.

Nicholas vió como la madre y la hermana de Euijoo salían por la puerta mientras agitaban sus manos en señal de adiós. Y él solo se permitió suspirar cuando ya estaba cerrada la puerta y se encontraba solo.

Luego de unos cinco minutos decidió subir en busca de su persona favorita, esa que le había hecho tanta falta.
Al llegar arriba tenía miedo de golpear, la incertidumbre de que pasaría, los miles de escenarios que su cabeza creaba pero si no lo intentaba jamás tendría respuesta a eso y a las miles de otras cosas que necesitaba saber. Así que golpeó reteniendo el aire en sus pulmones ante los nervios.

— Mamá ya dije que no iría esta vez, no tengo ánimos.

—...No soy tu mamá.

El silencio que llegó luego de hablar fue gigantesco, Nicholas podría jurar escuchar hasta cómo caminaban las personas por fuera de la casa, todos los autos que pasaban, los pájaros en las ramas, todo.

— ¿Podemos hablar Euijoo? —volvió a hablar el mayor.

— Por favor, solo vete Nicholas, no quiero verte y creo que escuchaste que no estoy de humor.

— ¿Y cuál es la razón de no querer verme? ni siquiera hemos hablado, no te he visto en días.

— Creo que esa es la idea de evitar a alguien.