specials or not?

five

A la mañana siguiente Euijoo se levantó sin ánimos, desearía quedarse todo el día en su amada cama pero simplemente no podía. Porque él cumpliría con su promesa, iría al partido de Nicholas, lo apoyaría en silencio y lo vería ganar. Porque a pesar de lo horrible que se sentía, lo quería: era tanto el amor que siente que no cumplir su promesa luego le traería el sentimiento de arrepentimiento que no lo dejaría en paz.

Y tal vez se estaba lastimado, pero él creía que nada podría hacerle sentir peor.

Se levantó de su cama, se dirigió al baño y tomo una ducha fría tratando de no hurgar más en el tema. Se encontraba mirándose al espejo mientras arreglaba su ropa, inhaló y exhaló calmando todo lo que sentía, mandando todo al final de su pecho y mente para hacer como si nada pasara. Al terminar, bajó a desayunar y se encontró con que su madre había preparado pancakes acompañado de fruta y una nota deseándole un buen día. Comió unos cuantos junto a un bowl de cereales con leche, dejó todo el en fregadero, tomo su mochila y finalmente salió hacia la universidad.

Solo tenían dos clases para luego tener el resto del día libre debido al partido que marcaba el final de la temporada. Ya estando en los minutos finales de su última clase, Euijoo decidió comenzar a guardar sus cosas mientras esperaba el sonido del timbre. Al escucharlo salió con los chicos del salón mientras charlaban y se dirigían a la cafetería para buscar algún snack y bebidas para luego ir a la cancha a conseguir buenos puestos.

Los cinco: Euijoo, Jake, Sunghoon y Yuma (que había llevado a Harua, con el que se encontraron después) decidieron instalarse en su mesa antes de conseguir sus bebidas ya que tenían bastantes minutos libres antes del juego. Park y Sim molestaban a Yuma sin parar contándole a Harua las reacciones del mayor cada vez que lo veían hablar con él por mensaje y llamadas, haciendo que Yuma claramente estuviera con sus mejillas sonrojadas y negando con una sonrisa que mostraba su vergüenza pero Jake terminó diciéndole al menor que era lindo ver lo mucho que Yu lo quería, el se preocupaba de él y como lo conocía al revés y al derecho.

Euijoo había estado en silencio desde que llegaron a la cafetería solo limitándose a escuchar toda la conversación que tenían los cuatro teniendo miles de cosas en su cabeza cuando vió el momento exacto en dónde Nicholas entraba al lugar junto a sus otros amigos.

— Hola chicos!.

Los chicos que se encontraban en la mesa agitaron sus manos en señal de saludo, mientras se acomodaban para que todos pudieran tener un lugar.

— ¿Como se encuentra nuestro equipo estrella? ¿listos para ganar hoy?.

— Por supuesto que si Yuma, nacimos para este momento —K respondió moviendo su pecho hacia adelante en señal de orgullo mientras movía sus cejas y Yuma soltaba una carcajada.

Los demás comenzaron a sentarse para seguir hablando, por lo que Nicholas sonriendo se acercó para ubicarse a un costado de Euijoo mientras continuaba hablando con los chicos pero luego de algunos minutos notó rápidamente como el menor no le dirigió la mirada, ni las sonrisas y estaba en silencio.