Capítulo 1༄

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Todos los derechos pertenecen a JK Rowling. Sólo estoy jugando... y manteniendo vivo a Snape....

La lechuza se posó en medio de la mesa del desayuno. Con el aleteo de unas alas suaves y silenciosas y un ulular bastante arrogante, se pavoneó por la amplia mesa hacia Hermione. Una pesada gavilla de cartas se arrastraba tras ella.

"¿Esperas algo?" Ron apartó rápidamente una rejilla de tostadas y una mantequera del camino del pájaro. Volvió a ulular y chasqueó el pico. Unos ojos oscuros se fijaron en él y lo encontraron... falto. "Estúpido pájaro", murmuró mientras Hermione sonreía.

"Te han juzgado, Ron".

"Ja, ja."

Su rostro se torció, una mancha roja oscureció sus mejillas y Hermione contuvo una mueca de dolor. Otro día de calmar su ego se extendía ante ella. Centrándose en la pata extendida de la arrogante lechucita irrumpió en su creciente amargura.

El pájaro pellizcó el borde de su plato y ella cortó una tira de tocino. "Eres un goloso, ¿verdad?". Su respuesta fue un graznido y un breve golpe de su suave cabeza de seda contra la palma de su mano, antes de que se diera la vuelta, batiera las alas hacia Ron y saliera volando por la ventana de la cocina del número 12 de Grimmauld Place.

"Ahora hasta las lechuzas hacen de las suyas". Ron apartó el plato, apartó la silla y se puso en pie. "Tengo que hacer la maleta". Y con eso, la dejó sola en la cocina con su manojo de cartas.

Hermione se pellizcó el puente de la nariz y dejó escapar un suspiro pesado y cansado. La guerra contra Voldemort había terminado, hacía ya cuatro meses. Siguieron un montón de días tranquilos que no giraban en torno al miedo y la muerte. Un nuevo tiempo en el que no tenía que vigilar sus pensamientos, sus palabras... un tiempo en el que pensó que su vida podía empezar de nuevo.

Pero, como siempre, esperaba demasiado. ¿Cuándo su vida había sido simple o fácil? Y Ron era el mejor ejemplo. Por fin, por fin había conseguido que él la viera como algo más que su amiga de pelo alborotado y sesudo y se habían dado un beso en medio de la batalla. Algo dulce y sólo un poco salvaje...

Se tocó los labios al recordarlo, y una pequeña sonrisa se dibujó en su boca durante un breve instante. La sonrisa se le borró. Y ese mismo día, ella había abierto una brecha entre ellos que Ron simplemente no podía ignorar. Al final, dos cosas. Había salvado al profesor Severus Snape. Y había recibido la Orden de Merlín por ello. Primera Clase. Eso último le mordió el culo a Ron más que nada.

𝚂𝚘𝚖𝚋𝚛𝚊𝚜 𝙸𝚗𝚘𝚌𝚎𝚗𝚝𝚎𝚜 (𝚂𝚎𝚟𝚖𝚒𝚘𝚗𝚎)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora