MAKKO29 de julio
Mi nombre es Makko y vivo con mis dos padres, aunque la mayor parte del tiempo la paso con mi mejor amiga Akari, todos los días me visita. Un día papá dijo que me llevaría a una especie de campamento y que habría muchos niños de mi edad, honestamente no me emocioné mucho ya que no solía socializar con nadie a excepción de Akari.
-No te preocupes, yo iré contigo a dónde tú vayas, siempre...- Akari me dijo con una expresión despreocupada. Al llegar a ese lugar se veía un poco extraño, pero no me importo. Mis padres dijeron que antes de entrar tendría que conocer a la licenciada Mai, solo podía pensar en cuando podría salir de ese campamento de apariencia extraña y aburrida.
Después de un rato cuando al fin tuvimos la oportunidad de conocerla, se veía ya algo vieja, le calculo al menos unos 50 años. Era inexpresiva con mis padres, pero al hablar conmigo sonreía de una manera algo perturbadora. Me pidió que saliera unos momentos afuera ya que quería hablar con mis padres en privado.
No sé cuánto tiempo estuve sentada esperando, al menos con Akari nunca me aburría, ha estado conmigo desde que tengo memoria y siempre hablamos mucho. Ahora que lo pienso aún no se dónde está su casa, las veces que le he preguntado me dice que no me puede decir pero no me importa. Estuvimos hablando del aspecto de este lugar, se veía tranquilo aunque había algunas puertas con letreros extraños que decían "paso restringido, solo personal autorizado".
Cuando la licenciada termino de hablar con mis padres me dio un cuaderno, una especie de diario, me dijo que escribiera los días más relevantes de mi vida para poder recordarlos después, me parece extraño tener que escribirlo, no encuentro la lógica de hacerlo. Nos enseñó a Akari y a mi dónde dormiríamos, me miró con una expresión de tristeza y se fue. Mis padres se despidieron, dijeron que los vería el próximo fin de semana. No volví a salir del cuarto en todo el día, mañana conocería más niños así que tenía que prepararme mentalmente, cabe destacar que no soy muy sociable.
-Te encuentras bien?- preguntó Akari con un tono un poco preocupado pero sonriente como siempre. -Que tal si jugamos un juego- La pregunta me sorprendió un poco ya que nunca solíamos jugar, solo hablar. Asentí con la cabeza mientras ella se alejaba. -Entonces, el juego se tratará de que yo apagaré la luz, luego tu te voltearas mientras estás a ciegas e intentarás atraparme, si?-. Me sorprendió la creatividad que tenía Akari, estábamos en un lugar tan pequeño que no se me habría ocurrido eso. -Bueno está bien, ¿cuánto tiempo tendré para atraparte?- Me miró con una expresión indiferente. -Hasta que me atrapes...-
No sé cuánto tiempo estuvimos jugando a eso pero debo admitir que fue muy divertido pero a la vez cansado. Me hizo olvidarme de todo, de mis padres, lo que había pasado con la licenciada. Claro después me acordé que tenía que escribir en este pequeño cuaderno, ¿tal vez no sea tan malo? Solo había una cama, le dije a Akari que ella podría dormir en la cama mientras yo en el suelo, al principio no quería pero la convencí. Así termino este día, fue divertido.
La historia se actualizar cundo esté más creativa así que no será muy a menudo. Gracias y por favor deja tu opinión
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No estoy enferma, solo quiero jugar!
Короткий рассказMakko, es llevada a un extraño campamento junto con su amiga. El problema no es ninguno, al menos no para ella.