Recuerdos y el destino

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Último capítulo, vamoooooooos >:D, en realidad pensaba hacer 3 pero las circunstancias no ayudan a veces. >:)

Ya habían pasado 2 semanas desde los incidentes de aquel día, Makko estaba totalmente devastada, no comía lo suficiente, no dormía casi nada, no hablaba, ya no le quedaba fuerza para hacer algo más. Todos los días se quedaba en una esquina de la habitación en la que estaba confinada, a veces solo había silencio, pero otras se podían oír pequeños sollozos y susurros en los que parecía que se estaba lamentando de su vida.

Todos los días alguien del personal entraba para intentar que Makko se recuperara o que por lo menos comiera algo más, sin éxito siempre. Solo hubo una persona que la logró hacer hablar. no mucho, pero algo es algo no? Era un señor alto y bastante joven que parte del personal especializado en enfermedades graves, Makko sentía ya haberlo visto en alguna parte, no sabía donde, pero lo conocía de algún lado, sorprendentemente también el la conocía.

-Makko, soy yo.- No hubo respuesta alguna. -Vine a ayudarte, soy el hermano de Soto.- Esta lo miró un rato y al fin dijo algunas pocas palabras. -Kazuhiro? yo...- Momento de silencio incómodo. -Si, soy yo. Vine a apoyarte con todo el tema de tu enfermedad.- Makko al escuchar esto lo miró con desprecio. -Ya se los he dicho, no estoy enferma.- Las palabras las pronunciaba ya con muy poca energía, pues además de no comer se la pasaba muchas veces llorando. -Ahora soy el único que puede ayudarte, no lo admitirás pero al menos dime, que recuerdas del accidente de mi familia?-

Debido a que Makko ya no encontraba la facilidad con la que solía expresarse solamente dijo unas pocas palabras. -Sus padres se fueron  tuvieron un accidente, por qué me preguntas?- Kazuhiro se acercó un poco más, le dió un abrazo no tan fuerte y sujeto su mano. -Makko, probablemente no me vayas a creer lo que te voy a decir y no te culpo pero, a pesar de ello, quiero que tomes en cuenta lo que te voy a decir.-

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Seis años atrás...

Makko y Akari se están despidiendo afuera de una casa, pues la familia Soto se iba a ir a un pequeño viaje y no podían dejar a su hija menor sola. -Oye, ¿por qué tu hermano no los va a acompañar?-.-Bueno, por el momento se encuentra estudiando psiquiatría y no puede abandonar sus estudios, ya solamente le faltan 2 años y está muy enfocado en ello.- Estas se dieron un último abrazo, Akari se subió al carro y se fue para ya no volver.

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-Makko, lo siento, quizás no estés tan loca pero Akari es solo una ilusión de tu mente. Mi hermana murió.- Makko intentó levantarse pero no pudo. -Es... mentira..., Akari está en este lugar.- Kazuhiro se  fue caminando hacia la puerta, antes de irse basado en sus estudios le dijo a Makko que su mente era bastante poderosa y había creado esa imagen de Akari solo para encubrir el enorme dolor que Makko sintió al enterarse. Básicamente ha estado viviendo su vida dentro de una gran mentira.

Ahora Makko sentía que todos se la llevaban en su contra, no tenía nadie con quien contar. Incluso sentía que lo único que hacía era estar sentada y básicamente existir. Eran ella y su depresión tan indescriptible. Esa misma noche ya no pudo aguantar el sueño, así que después de tanto tiempo durmió tan profundamente...

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-Makko? despierta! ya es hora de irnos.- Makko abrió los ojos, al principio se detuvo un poco pues todo se veía tan diferente. La puerta que llevaba a la salida de esa habitación estaba abierta, no se escuchaba ningun ruido además del canto de la naturaleza, pero lo mejor de todo era que Akari estaba en frente suyo. Era, como si nada de lo que vivió hubiera pasado, era como si fuera en realidad solo un mal sueño, una pesadilla.

-Akari, ¿en serio eres tú? quiero decir, la verdadera.- Akari se río, tomó de la mano a Makko y la levantó. -Ya tenemos que irnos, vine a recogerte, rápido!- Las dos corrieron por los pasillos, no había ninguna persona caminando entre ellos así que el traslado a la salida fue rápido. Después llegaron al lugar favorito de Makko de ese lugar: el árbol, el mismo lugar donde esta solía platicar con Takeshi y NYK. -Vaya, no recordaba que este árbol fuera un cerezo.- Volteó y vió que la puerta a la salida estaba abierta.

No estoy enferma, solo quiero jugar!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora