Capítulo 14

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“Los antojos de Lalisa”.

Narrador Omnisciente.

—Jungkook, quiero fumar.

El surcoreano, quien revisaba unas cuantas recetas en internet, volteó a ver a Lisa, incrédulo ¿había escuchado bien?

—¿Qué? Sabes que no puedes.

—Ya sé, pero en verdad quiero y uno no creo que me haga daño.

—Lalisa, no. Falta poco para que los niños nazcan, después de eso podrás fumar. Correrían mucho riesgo los tres. Definitivamente no.

Lisa jugaba con sus deditos, nerviosa y temblando, mas bien; llorando. Llevó sus manos a su rostro y solto un sonoro sollozo.

—¿Soy una mala madre? —pregunto, sorbiéndose la nariz.

Tenía las mejillas rosadas y húmedas. Jungkook quería tomarle una foto en ese justo momento, era una muy tierna imagen, pero no se mostraría grosero, Lisa pensaría que lo haría para burlarse de ella.

—Oh, cariño.

Jungkook se cambió de lugar, sentandose a un lado de la pelinegra, dándole un gran y calido abrazo, de esos que tanto le gustaban.

—Claro que no eres mala madre, nunca pienses eso, eres una muy buena y aún no nacen los bebés — besó su frente.

—¿Me lo p-prometes? —se sorbió una vez más la nariz.

Jungkook asintió, secándole las lágrimas con la palma de sus manos, tomo su delicado rostro entre ellas y la miró detenidamente.

Era preciosa, la carita rojita, los ojos  brillantes con un destello de tristeza y culpabilidad, el pequeño puchero formando en sus gruesos labios, su cabello cayendole como cascada hasta la cintura , simplemente preciosa.

—Eres muy bonita, bebé —dijo mirándola con dulzura.

No esperaba esa reacción por parte de Lisa, ella se abrazó de Jungkook y lloró en su pecho ¿acaso había dicho algo mal?

—¿Q-qué pasa? ¿Dije algo mal?

Ella negó con la cabeza, se retiró de su pecho y lo miró, sonriéndole.

—Para nada, al contrario, es que... Me gusta cuando me dices eso, eres muy tierno. Gracias. —bajo la mirada a su panza.

—Bueno... Entonces, eres preciosa, divina, muy hermosa, me gustan tus ojitos, deberías verlos seguro te enamorarías de ellos tanto como yo. Tus labios son gruesos y rosas, son  increíbles. Me gusta tu cabello suave y como huele, me gusta mucho cuando te ríes y tapas tu linda boquita. Tu nariz es la cosa más bonita que hay —se acercó a él, dándole un beso esquimal.

Lisa no podía más con el sonrojo de sus mejillas, sentía que la cara se le quemaba con cada palabra que Jungkook decía.

—Basta, estás matandome —río nerviosamente, tapando su boca por pena.

—Por lo menos morirías sabiendo que tan enamorado estoy de ti, bebé —corto la distancia que los separaba y lo beso lenta, dulce y suavemente en los labios, sintiendo el sabor de éstos.

—Kookie, cuando fui con Jisoo a ver las cosas de bebés habían unas cunas ahí, eran blancas, creo que de madera o algo parecido, cada una tenía un cambiador y apartados para guardar cositas.

—¿Te gustaron? Si quieres podemos ir el sábado.

—¿De verdad? —Jungkook asintió— ¡Si! son muy lindas, a ti también te gustarán.

—Por mi esta bien. Por cierto, ¿cuando sales de licencia?

Lisa alzó la mirada pensativa, contando con sus deditos.

—Dentro de casi un mes.

Lisa saldría de licencia por 10 meses, al cumplir los ocho meses no podría trabajar ya que había posibilidad de que los niños la lastimen u ocurra algún accidente, además de que para ese tiempo ya no aguantaría mucho tiempo parada, siendo un embarazo de dos bebés requeriría bastante reposo. El demás tiempo le serviría para que sane de la cesaría que le aplicarían, aunque dependía de su recuperación, lactancia y cuidados de su bebé, luego volvería al trabajo.

—Ya es tarde, mañana hay que trabajar. ¿Qué tal si vamos arriba y nos damos unos cuantos besos de buenas noches antes de dormir? —propuso el castaño dándole pequeños besos de piquitos al menor.

—Hmm, interesante oferta —Lisa agarró la cara de Jungkook y lo beso profundamente—. Acepto.

Babies for Lili [LISKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora