Capítulo 03

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“La bienvenida de Rosé”.

Jeon Jungkook.

Hace una semana ya que me ofrecí a ser el padre del bebé de Lisa, oferta la cual rechazó. Está bien, entendí que no quería hacerlo conmigo, según ella dice que por que soy su mejor amigo. No estoy molesto, estoy extrañado por su reacción, pense que iba aceptar, o tal vez no lo haría pero se lo iba a tomar con calma y hablaríamos mejor de la situación.

Rosé llegaba hoy y yo iría por ella al aeropuerto, las chicas estaban en casa de Lalisa arreglando todo para la fiesta, la última vez que hicimos una fue para mi cumpleaños.

Cuando estabamos en la universidad todos los fines de semana haciamos fiestas, nos rifabamos para saber quien iba a dar la casa, siempre que me tocaba, mi madre me regañaba y decía: “Espero que sea la ultima vez”, claro que nunca era la última vez.

Eran exactamente las tres de la tarde cuando llegué, a esa hora se supone que aterrizaría el vuelo de Roseanne. Baje del auto y me dispuse a esperarla, luego de diez minutos por los altavoces anunciaron que su vuelo ya había llegado a tierra. Me acerqué las puertas y la gente estaba ahí esperando a sus familiares y amigos. No tardé en verla, iba vestida completamente de negro a excepción de su camisa roja vino, estaba pendiente de lo que decía su celular, alzó la mirada y me vio.

—¡Jungkook, hermano! —corrió hacia mi para darme un abrazo, lo había extrañado mucho.

—¡Rosie! —la abracé de igual manera.

—Pensé que Jisoo vendría por mi, no es que no te quiera, sólo que no esperaba verte.

La ayudé con las bolsas que traía en el hombro y me las colgué en el mío.

—Sí, bueno, ella tiene unos asuntos que ver y por eso no pudo venir por ti, además, soy mejor que Jisoo —dije en forma de broma.

—Si fueras mejor que Jisoo, me darías unos buenos polvos casa vez que terminarás con una novia.

—No seas grosera, no me interesa saber que haces con ella, Rosé eres asquerosa, Jisoo es como una madre para mí —ella río ante mi comentario.

Rosé y Jisoo nunca habian sido pareja, hasta donde yo sé solo tienen, o tenían pequeños encuentros sexuales cada vez que Jisoo se sentía mal por alguna ruptura repentina con una de sus mil novias, aunque eso terminó hace casi un año, cuando Rosé consiguió su beca y se fue a Australia a estudiar.

Mi amiga de ojos cafés había quedado muy triste, no por perder a su compañera sexual, no, quedo así porque una de sus buenas amigas se iba y no volvería hasta quien sabe cuando.

—¿Qué tenemos para hoy, pequeño Jungkookie?

Dios, odiaba que me diga así y ella lo sabía, sólo lo hacia para fastidiar y sí que me fastidiaba.

—No me digas así —bufé—, hoy no haremos nada, te dejaré en tu casa, descansarás un rato y en la noche tal vez vaya por ti e iremos al cine.

No podía decirle sobre su fiesta de bienvenida, era una sorpresa.

—¿Qué? No llegué un sábado en la tarde para, tal vez, ir al cine. Jungkook, estás idiota, vamos aunque sea a un restaurante, no al cine, no tengo jodidos 15 años.

—Bueno... podría ir por ti a las diez y salir a tomar algo.

—¡De eso estaba hablando! Pensé que te había perdido, amiguito—dramatizó poniendo una mano en su pecho desde su asiento del copiloto.

La dejé en su casa y yo me dirigí a la mía.

Me recosté en la cama a pensar sobre lo que tenía que hacer para hoy, no era mucho pero me gustaba tener todo en orden.

Ahora, descansar un rato, si es que puedo, dormiría algo, después despertaría para bañarme y vestirme, por cierto no se qué ponerme. Ya lo veré después. Tenía que ir al local de Jin por las botellas, ir por Rosé a la hora acordada y por la último llevarla a la fiesta.

(...)

Entre al baño a las 8:00 pm después de una muy larga siesta. Me quité la ropa y entré a la ducha, me sentía cansado y es que ya había dormido varías horas, tal vez no era ese tipo de cansancio.

Sólo quería estar ya en casa de Lisa sentado bebiendo algo de cerveza o un buen whisky.

Ya con todo el cargamento en la cajuela pase por Rosé, para ir directo a su bienvenida.

—Bien, hora de la fiesta—susurré viendo a la chica sentada a un lado de mi, centrada en la vista de la calle.

—¿Dijiste algo?

—No, nada, tú... sigue viendo la calle.

Asintió no muy convencida y volvió a lo que estaba haciendo al principio.

—¿La casa de Lalisa? —cuestionó cuando estaba parqueando mi auto en la entrada.

—SÍ, la misma —vi por el retrovisor fijándome de no chocar el coche que estaba detrás de mí, hice una maniobra más y listo, le dije a la rubia que entre mientras yo hacía una llamada.

Mi amiga castaña, Jennie, salió a ayudarme con las cajas que contenían botellas de alcohol.

La música estaba alta, la gente estaba bailando por todas partes de la casa sin lugar específico, seguí a Jennie camino a la cocina, saludé a varias personas que conocía y otras que no en el transcurso de mi recorrido.

Llegué a la barra de la cocina y ahí estaba Lisa, hablando con la novia de Jin, está le hizo una seña y ella se volteó a verme. Saltó a mi para recibirme con un abrazo.

—¡Kookie! —no hablaba, gritaba, con eso pude comprobar que ya había tomando bastante—¡Llegaste, te extrañe mucho! —me apretujo más cerca de ella

—Hola, Lisa, igual te extrañé.

La saludé algo cortante, también la había extrañado, lo que pasa es que aún me sentía incómodo por como me trató la vez pasada.

—Jungkook, quiero decirte algo —se separó de mi, tomo mi mano y se volvió a sentar en su antigua silla, me acerqué para poder escuchar lo que tenía que decir, espero que valga la pena.

—Te escucho, bebé —no, no podía ser tan duro con ella, menos viendo su carita así, estaba muy alegre gracias al alcohol que había ingerido anteriormente y sus ojos parpadeaban mas de lo debido.

—Quería pedirte perdón por, hmm, como te trate la otra vez, no era mi intención Kookie, de verdad, perdóname.

Sus manitas estaban nerviosas, jugaban con los anillos de mis manos, los giraba y los re-acomodaba. Parecía una niña pequeña que acababa de hacer una travesura y su mamá la estaba regañando.

—Te perdono con una condición —me miró un poco extrañada, estaba pensando lo peor— prepárame un trago.

—¡Oh, claro! ¡Trago para Kookie, andando!

Nota mental: no emborracharme para poder cuidar de Lili.

Babies for Lili [LISKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora