Capítulo 08

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“La amiga de Jungkook”.

Lalisa Manobal.

Hace poco más de dos meses que Jungkook se había ido, sí, se suponía que sólo iba a ser un mes. El gerente del hotel le informó que para que puedan darle una buena liquidación tenía que trabajar a lo menos tres meses, entonces es lo que él estaba haciendo, la verdad no nos vendría mal un poco más de dinero con la llegada del bebé.

Voy bien con el embarazo, aún no tengo un bulto en el vientre, me dijo el doctor que todavía era muy pronto. Con tres meses de embarazo sólo me he hecho dos ultrasonidos, los cuales les he mandado a mi novio por mensajes. Al principio hablábamos todos los días, después de casi un mes las llamas y mensajes dejaron de ser frecuentes, si hablábamos dos veces por semana, cinco minutos, era mucho, él decía que tenía mucho trabajo.

Entre esas pocas llamadas, Jungkook me dijo que se sentía como en la universidad, le asignaron una compañera de cuarto, si, compañera...me comento que tenían buena relación y comunicación, también había dicho que no debía preocuparme de nada, que yo era mil veces mejor que su nueva amiga.

No quería desconfiar de él, pero realmente eso me causaba mucha inseguridad.

Yo en el trabajo me sentía bien, la directora me cambió de puesto, me asignó a los niños de preescolar III, los que este año salían. Según ella yo necesitaba más cuidado y menos esfuerzos, antes estaba con los niños de maternal Il, que eran de entre 2-3 años.

Suspiré y me acomodé mejor en el sillón, si Rosé no llegaba en menos de un segundo iba a morir de hambre. El timbré sonó tres segundos después y suerte que no había muerto. Con mucho esfuerzo me paré para poder abrirle a mi amiga.

—Hola, Rosie.

—¿Qué tal, Lili? —sonrió entrando, puso las bolsas con trastes que contenían la comida— traje lo que me pediste: Hamburguesa especial, con refresco de sabor manzana con gas.

—Gracias, eres como un ángel —cerré mis ojos y dramaticé, ella sólo río.

Puse la película que habíamos quedado en ver, la notaba extraña, el tenedor con el que estaba comiendo su pasta ya se le había caído por lo menos cuatro veces, me comenzaba a desesperar así que decidí preguntarle:

—Hey, ¿Qué está mal? —le pregunte, con las cejas juntas.

—¿Qué? ¿Por qué algo tendría que estar mal? — respondió torpemente, haciendo caer de nueva cuenta su cubierto en mi sofá.

—Estás nerviosa, lo noto, sabes que puedes decirme lo que sea, pero si...

—Es Jisoo... —me interrumpió, dejó el recipiente de su comida casi lleno en la mesa frente a ella. Cubrió su rostro con sus manos y dio un suspiro cansino.

—Oh, ¿Qué está mal con ella?

Todos sabíamos de los encuentros que tenían ellas dos. Yo era la única que sabía el secreto de Rosé... estaba enamorada de Jisoo, se había dado cuenta cuando cuando ya era muy tarde, ella tenía su beca en Australia y estaba a una semana de irse. La misma noche que terminaron lo que sea que hayan tenido, Rosé vino llorando a mi casa contándome todo lo que sentía por mi amiga de ojos cafés.

—Ella... Creo que... Está em-embarazada —soltó sin más.

—¿Qué? Y... ¿Cuándo paso eso? —abí  los ojos, aún me estaba entrando la idea— Eso es ¿bueno o malo?  pero como... ¡los dedos no embarazan!

—No tengo idea, Lisa. Para mi puede ser muy bueno, pero puede que ella piense otra cosa. Ayer se hizo un par de pruebas y salieron positivas... No se que hacer, yo haría todo porque Jisoo y el bebé estén bien —sus labios temblaban, muy pronto lloraría— Claramente el bebé no es mío, Lisa. Ella tuvo una aventura de una noche, quedó embarazada y no sabe ni el nombre del tipo, y-yo le dije que... yo podía hacerme cargo, p-pero ella...

Babies for Lili [LISKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora