Sr. Malik

LV| Graduación [Parte ||]

Mi estomago se revolvía entre cosquillas y dolor, como si alguien tratara a la fuerza de sacar las mariposas que volaban libremente en mi vientre.

Su cuerpo se movía extremadamente lento, dudoso de sus acciones, pero podía notar sus intenciones. Se puso de pie y dió unos pasos hacia mí, con su mirada fija, inexpresiva y oscura, escondiendo todo aquello que yo y el mundo deseábamos saber. Sus pasos eran lentos y cuidadosos, mientras yo seguía de pie, paralizada al borde de la pista de baile.

-¡Mónica!-una voz a mi derecha logro sacarme del trance y voltee para encontrarme un chico con su cabello peinado hacia atrás con elegancia, ojos oscuros y un cuerpo esbelto, cubierto por un fino traje negro del cual ya se había deshecho del saco. Una sonrisa burlona aprecio de a poco en su rostro, haciendo que diera unos pasos hacia atrás. Reconocería esos ojos donde fuera, esa maldita sonrisa que tantas veces se burlo de mi y esa voz, tan cínica y falsamente amigable con la que hablaba-

-Matthew-dije su nombre de mala gana. Harry se puso atrás mío. No podía adivinar su rostro, tampoco podía saber que pensaba, pero una de sus manos se puso en mi cintura en defensa. Los ojos de Matt lo notaron y me miraron con una de sus oscuras cejas arqueadas. Tenia un extraño rojo en sus ojos que no dudaba que se debiera a drogas, más que por alcohol-

-No te vez sorprendida de verme-llevo un cigarro a su boca, dándole una fuerte calada para luego soltar el humo directo a mi rostro. El humo paso mis pulmones, despertándolos de golpe, haciéndome toser y apartar mi rostro del humo sobrante, queriendo librarme de ese humo que nunca me gusto, pero llegue a soportar por ser aceptada <<Vaya, que idiota>>- Pensé que sería una grata sorpresa verme, no lo sé, creí que me extrañabas- una risa cínica se burlo de mi mueca. Miro a Harry de reojo y luego me miro nuevamente- ¿sigues en tus juegos, Mónica?

-¿Qué quieres, Matthew?-dije de golpe, cruzándome de brazos- Déjame disfrutar mi graduación, vete joder a alguien más-hice una seña con mi cabeza indicándole que se fuera, pero él solo se burlo de mi actitud, dando un paso más cerca de mí. Me resultaba enfermo tenerlo tan cerca de mi cuerpo, solo el recuerdo de su tacto me daba nauseas-

-¿Tú me mandas ahora? Vamos, angelito, sabemos que te pongo donde quiero con un chasquido, no juegues a la jefa-su lengua salió brevemente de sus boca para humedecer esos finos labios que alguna vez estuvieron sobre los míos- Oye, me contaron que tuviste una divertida experiencia con un profesor. Debió ser increíble verte hundirte de nuevo en la vergüenza cuando todos lo supieron... La que puta nace, puta se queda-me guiño. sus palabras eran veneno al que ya era inmune-

-Hey, imbécil, tenle respeto-habia sentido el agarre de Harry intensificarse en mi cintura, pero ahora me jalo hacia atrás, haciéndome dar pasos ciegos a mi espalda y él avanzar hacia Matt, quien levanto con diversión sus manos, asintiendo-

-Tranquilo, solo digo la verdad-levanto nuevamente su mirada, con una sonrisa torcida y ojos llenos de humor- Dile a tu noviecito que me deje en paz, que puede salir herido-me hablo, inclinándose a un lado para verme el rostro. Yo permanecía quieta en mi lugar-

-jm, dudo eso, idiota-gruño Harry, apretando sus puños -

-Harry, déjalo, por favor-di un paso al frente y tome el brazo de Harry, tratando de evitar una estúpida pelea y que Harry saliera lastimado. Alguien que solo va al GYM contra un chico que practica boxing no sería justo-

-Reemplazas rápido a tus hombres... aún-dijo Matt calmado, arremangando su camisa blanca, dejando expuestos sus tatuajes mientras sostenía entre los labios el cigarro a punto de acabarse-

-El no es mi novio, Matt-me voltee para ver a Harry que seguía tenso, controlando sus impulsos de protegerme con el increíble hermano que era-

-Folla excelente ¿no? Mal que sea una puta, porque yo la disfrutaba demasiado- se dirigió a Harry, ignorando mi comentario y luego soltó con fuerza una carcajada que me erizo la piel. Los recuerdos de mi vieja vida sexual junto a él y aquellos que denominaba "consuelo" me atacaron e incluso tuve ganas de llorar. Deseaba que Zayn viniera y con la autoridad que demostraba sin necesidad de demostrar enojo, acabara con las palabras de Matthew. Aquello me llevo a ver hacia donde se suponía que Zayn estaba, pero nuevamente había desaparecido, huyendo de mí-