XXV Advertencia

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Los días siguientes fueron los días más normales que he vivido este año escolar. Parecía una chica normal, paseando con sus amigos por la escuela, haciendo bromas, riéndome y burlándome de los profesores… Nada de dramas amorosos con mi profesor de historia ni problemas internos de autocontrol, todo parecía ir de maravilla.
Zayn no me hablo esos dos días, ni un mensaje ni una llamada pero no había problema en ello… Digo, ni que fuéramos novios. Pero no podía negar que cada vez que mi celular vibraba en mi bolsillo, lo sacaba esperanzada de que fuera él diciéndome algo lindo o tan solo un saludo pero el 90% de las veces era Harry contándome algo, Tati o Camille diciendo cosas irrelevantes en nuestro grupo o alguno de los chicos diciendo rarezas como siempre… Lo cual desilusionaba.

 ¿Patética? Sí, mucho.

El viernes inicio con mi maldita alarma y un poco más de una hora después ya estaba en la escuela con los chicos, riendo por una broma de James. Mi celular vibro sobre la mesa y todos calmaron su risa para ver mi celular.

-Metiches, es solo un mensaje-los regañe ya que nadie me quitaba la mirada de encima. Tratando de ignorarlos y leí el mensaje que me había caído. Tuve que poner toda mi fuerza de voluntad para no tener un ataque cardiaco en ese momento, ya que Zayn me había escrito-

De:Sr.Malik

“Buenos días, Srta. Ferro. Hoy tendremos clases juntos, la capacitación se acorto y volví ayer por la noche. Como te dije antes, quiero hablar contigo ¿podemos vernos en el receso en mi clase? Espero la respuesta sea si xx”

Tome una bocanada de aire para contener la emoción y respondí afirmativamente. Guarde mi celular y espere junto a mis amigos que la campana sonara para ir a Historia.
Unos minutos después ya estábamos entrando a la clase detrás del Sr.Malik que hoy vestía muy elegante, con abundancia de negro y su copete algo desacomodado ya que su cabello estaba largo. Seguía viéndose increíble, al menos eso creía yo.

-Buenos días clase, perdón por no estar presente ayer y el miércoles, espero hayan disfrutado sus suplencias-miro a todos con una sonrisa torcida que se volvió más amplia soltando una risita entre dientes al ver nuestras muecas- Si, lo sé, suplencia con el Sr. Kramer no es muy agradable.
-Nos hizo hacer química, Profe-se quejo un chico al fondo de la clase y todos empezaron a hablar en voz baja- Yo ni llevo química-volvió a quejarse el mismo chico y Zayn tuvo que contenerse la risa para silenciarnos-
-Ya pues, culpen a la escuela, yo no decido quien da las suplencias…-saco unas páginas mientras trataba de quitar la sonrisa que no se borraba de sus labios- Les traje unas páginas y quiero que las hagan mientras anoto sus notas del examen en mi libreta. Los iré llamando para hablar un poco sobre la nota y entregárselos-Entrego las paginas a Elizabeth y estas fueron pasando hasta llegar al otro lado, solo sobrando 3 páginas-

Después de unos minutos de casi silencio absoluto, Zayn empezó a llamarnos uno por uno hasta que escuche su melodiosa decir mi nombre. Me puse de pie dejando mi lapicero sobre la pagina y deje a mi amiga que revisaba emocionaba su examen. Era extraño que sacara buenas notas en historia, y ahora había pasado con una nota promedio pero más que suficiente para ella.

-Hola, Mónica-se acomodo en su asiento y me senté junto a él como todos. Mire mientras escribía algo en su libreta y no pude esconder la sonrisa cuando vi el 8.60 escrito en el papel que me estaba mostrando- Bien hecho-una de sus manos desapareció debajo del escritorio y luego sentí unos dedos largos dar una caricia a mi pierna cubierta por medías negras-
-Gracias-dije tratando de sonar tranquila y él me sonrío- Supongo que esforzarme ayudo.
-Claro, has sido de las mayores notas-su mano subió quedando quieta sobre mi muslo- Te quite puntos en la línea de tiempo, te faltaron unas cosas y confundiste unos hechos… Y no respondiste el ejercicio 2-quito su mano y casi chillo porque deseaba su toque, su cálida mano sobre mi pierna y sobre todo sus suaves labios sobre los míos-   
-Lo sé, estaba algo largo el examen-me encogí de hombros y ahora yo baje mi mano hacia su pierna, siempre escondiendo nuestras caricias detrás del escritorio. Fui más lejos, queriendo molestarlo de una manera juguetona- Y no estaba del todo fácil, pero estoy conforme con mi nota-mientras hablaba mi mano (con total discreción) subió por su pierna hasta llegar a su entrepierna. En un rápido movimiento pase mi mano por encima del jeans y luego presioné suavemente, solo con la idea que sintiera mi toque. Note como todo su cuerpo se tenso y me vio con una sonrisa incomoda, reteniendo lo que parecía un quejido pero que ambos sabíamos que era un gemido- ¿Eso es todo?-arquee mi ceja con inocencia, apartando mi mano para evitar darle problemas-
-Eso es todo… Ve a tu puesto, Mónica-me entrego el examen con una sonrisa que contrastaba el “enojo” de sus ojos-

Sr. Malik Donde viven las historias. Descúbrelo ahora