Secretos

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Se quedo dormida tal y como la dejo Konig, sabia que su boca la llevo a ese punto, y que Konig es fantástico para complacerle. Se despertó un poco tarde sintiendo dolor en su intimidad, era un dolor con un ligero ardor, también dolía en su cuello y la columna. Estaba pegajosa, olía a sexo, también sentía mucho que la cama estaba húmeda.

—Necesito un baño. — se dijo sintiéndose fatal, peor de como regreso.

Se puso de pie recordando como fue pasar la noche con él, es un amante con mucha fuerza, lleno de vitalidad, un amante complaciente de verdad, él lo es. Se dio un baño lento viendo morado en su cintura, todo su cuerpo dolía, en especial donde él toco tan desesperadamente, al terminar de bañarse se volvió a poner la playera de él, pero su ropa estaba aun en la la vendería, no tenía más que ponerse, decidida en seguir molestándole camino por los pasillos con su cabello mojado hasta la puerta de Konig, iba a tocar pero no cree que este salga, antes de abrirla por su cuenta tras de ella apareció ghost.

—Yo qué tu no lo haría. — advirtió. Se guro para verlo, estaba serio, con sus manos cruzadas en su pecho. Él la vio de su cuello, negó unos segundos — ¿Por qué vienes así? — quiso saber luego de verle las piernas — Esta nevando y tu estas casi desnuda.

Ella se estaba muriendo de frío, sus labios temblaban.

—No tengo ropa Simón. — lloriqueo por el frío.

—¿Por eso vienes aquí? — asintió — Deberías dejar de hacer esto Nisa...

—¿Hacer qué? — alzu una ceja mirándole poco molesta.

Ghost negó, el comportamiento de ella también lo tiene extrañamente entretenido, todos han estado siguiéndole cómo moscas, pero ella es quien los hace sentir así.

—Ven. — ordenó y ella siguió el camino que Ghost tomo, era casi al final del pasillo a donde le llevo, ella no dijo nada solamente iba mirando — Toma unos pantalones, supongo que hay de tu talla. — abrió la puerta de lo que parecía un almacén, eso era mejor que andar probando ropa de los chicos.

Tomo unos pantalones grises qué todos ocupan, eran como el uniforme de descanso o algo parecido.

—Gracias. — vio que había playeras así que también tomo una blanca.

—¿Pasaste una buena noche? — ella quiso reírse pero solo asintió, quería quitarse la ropa para poder cambiarse, vio que ghost no tenía la intención de irse.

—Me gusta tu mirada Simón. — dijo bajito tratando de provocarlo.

Se subió la playera qué le quito a Konig, esa qué él uso anoche para taparle la boca. Abajo tenía un pequeño boxer negro, era casi diminuto pero ahí esta, totalmente desnuda bajo la mirada de Ghost, quien no le apartó ni un segundo los ojos, no parecía tener algún inconveniente, estaba solamente serio mirándola ponerse la ropa. Era una mirada demasiado confundible por que no tenía una expresión exacta, no hay algo que ella pueda ver en él, solo la oscuridad d sus ojos.

—Pasaste una buena noche. — le dijo viendo su cintura y sus pechos.

—¿Tu también quieres pasarla bien esta noche? — Ghost trato de no reírse. Negó divertido.

—Creo que Konig se enojara.

—¿Tu le dirías? — parecía estar convencido un poco sobre hacer algo con ella. No le iba a preguntar por que intuyó qué fue con Konig, ya sabe que Simón es demasiado observador.

—Te dije que no juegues con fuego. — le recordó, pero ella no se ponía la ropa aun esperando algo.

—No me he quemado.

MorteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora