Capítulo 1: ¿Fresa o chocolate?

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Jeanette

Jueves 10 de agosto del 2023 

New York City, New York

Todos dicen que los pequeños detalles son los que más vale apreciar, pero no se detienen a pensar ¿Cuáles son los pequeños detalles? Para ti puede ser la manera en que las flores de tu jardín se ocultan cuando pasa el medio día y el pajarito que sin falta está todas las mañanas en tu ventana, mientras para tu vecino puede tratarse del sonido de las páginas de un libro cuando las pasas o el chocar de los vasos de cristal cuando estas ordenándolos en la alacena.

Todos tenemos diferentes puntos de vistas acerca de todo, eso es lo que nos hace únicos, pero ¿quieres saber que si es asombroso? El encontrar un grupo de personas que aprecia los mismos pequeños detalles que tú.

Esto era lo que experimentaba justo ahora mientras con Bella, Max y Ney patinaba entre risas por las calles de Nueva York. Nos parecía estúpidamente cliché la idea de salir a recorrer las calles poco conocidas por nosotras cuando literalmente acabamos de llegar a la ciudad, y exactamente por eso decidimos hacerlo.

¿Qué era la vida sino un cliché completamente repetitivo? ¿De que valía intentar llevarle la contraría? Al final, hacer eso también era un cliché.

– Creo que es hora de usar la herramienta milagrosa –dice Maxine mientras estamos sentadas en el banco de una plaza en alguna desconocida parte de la ciudad, recuperando el aire y tomando agua.

Con Neylan y Arabella simulamos un coro de ángeles mientras la rubia española se encarga de abrir Google Maps en su celular. A veces Annika –nuestra instructora, manager y, en el caso de Arabella, madre– suele decirnos que compartimos la misma neurona, le parece casi imposible lo mucho que podemos sincronizarnos en tantas cosas sin planearlo.

Tal como pasa cuando las cuatro ponemos una mueca horrorizada al ver lo lejos que nos encontramos de lo que será nuestra nueva universidad; la academia Leroux.

– Yo no llegaré patinando hasta allá –asegura Arabella mientras ve lo larga que es la vía marcada en el celular–, tendré los pies como un buñuelo y me tocaría conseguir unas zapatillas dos tallas más grandes.

– ¿Taxi? –propongo encogiéndome de hombro y las demás aceptan resignadas.

– Esto nos pasa por estar queriendo ser chicas de un fanfic –se queja Neylan mientras comienza a desatar sus patines.

– Admite que fue divertido, principalmente porque nos saltamos la parte de chocar con el amor de nuestras vidas –bromeo mientras me quito las rodilleras para guardarlas en mi mochila.

– Yo me choque contigo, ¿significa que eres el amor de mi vida? –inquiere Maxine guiñándome un ojo de manera coqueta en chiste.

– También chocaste con el piso, dos veces, yo creo que mejor deberías casarte con él –se burla Arabella sacándoles una risita a todas mientras que Maxine le tira los guantes protectores a la cara.

– Choca con una verga, a ver que sucede –contraataca.

– ¿Crees que me quejaré? En nombre de Dios, pronto choco con más de una –ironiza descaradamente Bella mientras se relame los labios como si estuviera saboreándose la mejor cosa de la vida.

– Zorra –la voz de Neylan y la mía suenan al unísono al decir eso.

Estoy por entrar a la aplicación de Uber en mi teléfono cuando escucho que suena el tono de llamada de Arabella –el cual, irónicamente, es la intro de Arabella de Arctic Monkeys–, quien pone una cara de terror al ver el nombre de su madre en la pantalla.

LEROUX: Golden FourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora