LOS SENTIMIENTOS

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«Dios me ha concedido el derecho a estar cómodo.»

Enunciados

 Continuamente siento ansiedad.
 La gente me da miedo.
 Padezco una intensa soledad.
 Tengo dificultad para expresar mis sentimientos.
 No puedo controlar mi mal genio.
 No puedo concentrarme en nada.
 Todo el mundo está contra mí.
 No puedo hacerme valer.
 Me siento un fracasado.
 Quisiera ocultarme en algún sitio.

¿Puedes identificarte con alguno de estos sentimientos? Tal vez necesites trabajar con tu bienestar emocional.
Los problemas emocionales se cuentan entre los más dolorosos. En ocasiones,
podemos sentirnos enojados, tristes, solitarios, culpables, angustiados o asustados. Cuando estos sentimientos toman la primacía y se vuelven predominantes, la vida puede
convertirse en un campo de batalla.

Lo que importa es lo que hacemos con nuestros sentimientos. ¿Los convertiremos en actos sin tener conciencia de lo que hacemos? ¿Castigaremos a otras personas o les
impondremos nuestra voluntad? ¿Abusaremos de alguna manera de nosotros mismos? Con frecuencia, la creencia de no servir, de no valer, constituye la raíz de estos problemas. Una buena salud mental empieza por amarse a uno mismo. Cuando nos
amamos y nos aprobamos completamente, tanto en lo bueno como en lo supuestamente malo, podemos empezar a cambiar. Parte de la auto aceptación está en liberarse de las opiniones ajenas. Muchas de las
cosas que hemos llegado a creer sobre nosotros mismos no tienen absolutamente ninguna base real.
Por ejemplo, un hombre joven que se llamaba Eric fue cliente mío hace varios años, cuando yo aún mantenía mi consulta privada. Era alucinantemente guapo, y se ganaba muy bien la vida como modelo. Me contó lo difícil que se le había hecho ir al gimnasio, porque se sentía feo. Mientras trabajábamos juntos, descubrimos que, durante su infancia, un matoncito del barrio solía llamarlo «feo». Además, tenía la costumbre de golpearlo y amenazarlo
constantemente. Para que lo dejaran en paz, y para sentirse seguro, Eric empezó a esconderse, aceptando el hecho de que «no valía». Interiormente, se sentía feo. Gracias al trabajo con el espejo, al aprendizaje del amor a sí mismo y a las afirmaciones positivas, Eric ha mejorado enormemente. Los molestos sentimientos de ansiedad pueden reaparecer, pero ahora él cuenta con armas para defenderse de ellos.
Recuerde que los sentimientos de inadecuación se inician con los pensamientos negativos que albergamos sobre nosotros mismos. Sin embargo, tales pensamientos no tienen poder alguno sobre nosotros, a menos que actuemos con arreglo a ellos. Los
pensamientos no son más que sartas de palabras que no significan nada. Sólo NOSOTROS les damos significado. Y se lo damos concentrándonos mentalmente, una y otra vez, en los mensajes negativos, creyendo lo peor sobre nosotros mismos. Quien escoge el tipo de significado que damos a los mensajes somos nosotros mismos. Sea cual sea el dolor que podamos estar padeciendo, elijamos pensamientos que nos nutran y nos den apoyo.

EL TRABAJO CON EL ESPEJO

¿Crees que te mereces tener paz y serenidad en tu vida emocional? Si no lo crees, no te permitirás tenerlas. Vuelve a mirarte en el espejo y di: «Me merezco tener paz interior, y la acepto ahora.» Dilo unas cuantas veces.

1. ¿Qué clase de sentimientos afloran?
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2. Corporalmente, ¿cómo te sientes? _________________________________________
3. Lo que acabas de decir, ¿te suena a verdad, o todavía te sientes indigno de ello?_________________________________________

Si tienes cualquier sensación negativa en el cuerpo, afirma: «Me libero de la pauta que en mi conciencia está creando resistencias a mi propio bien. Me merezco sentirme bien.» Repítelo hasta que sientas la aceptación. Haz lo mismo durante varios días seguidos.
Quizá te sientas raro o tonto haciendo alguno de estos ejercicios. Tal vez te preguntes cómo es posible que hacer eso dé algún resultado. Pues yo he visto que a mucha gente le funciona. Poco a poco se logran maravillas.

AMATE A TI MISMO CAMBIARAS TU VIDA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora