II

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Dos semanas habían pasado desde aquella cena. El restaurante era ya conocido para ambas, pero esta vez el ambiente era distinto. Jinsol, con una mirada inquisitiva, miraba fijamente a Jungeun ,quien se sentía incómoda bajo aquel escrutinio.

-¿Sabes qué? No te soporto. - estalló Jinsol, rompiendo el tenso silencio que flotaba entre ellas. -¿Cómo es posible que no me hayas enviado ni un miserable mensaje en todo este tiempo?

Jungeun, con la cabeza gacha, no sabía cómo responder ante aquel reclamo. Ella conocía su timidez y la dificultad que tenía para iniciar conversaciones o expresar sus sentimientos. Pero eso no significaba que no hubiera pensado en Jinsol constantemente durante los últimos días.

- Lo siento... - murmuró tímidamente. - No quería parecer... entrometida o pesada. Pensé que tal vez... tal vez no querías hablar conmigo.

Jinsol suspiró, bajando la guardia. Comprendía a la perfección la personalidad reservada de la chica 1 y decidió darle una oportunidad más. Sin embargo, en su interior, ya no estaba dispuesta a que se escapara de sus manos sin siquiera intentarlo.

- Está bien, lo entiendo... Supongo que no todos somos tan extrovertidos. Pero, ¿por qué no me cuentas algo de ti? Apenas sé tu nombre y qué haces en la vida - dijo con una sonrisa.

Jungeun se sintió aliviada por el cambio de tono en la conversación. Se relajó ligeramente y comenzó a hablar con más confianza. Ambas compartieron los detalles de sus vidas: cuáles universidades asistían, qué carrera estudiaban y en qué año estaban.

Fue en ese momento que Jungeun notó que Jinsol era dos años mayor que ella. Admiraba lo segura de sí misma que parecía ser y cómo hablaba con tanta confianza de sus aspiraciones y logros académicos. Sin duda, esta diferencia de edad generó un deslumbramiento en Jungeun ,quien anhelaba llegar a ser tan segura como Jinsol.

El sol empezó a ponerse y ambas decidieron salir al jardín trasero de la mansión. Fue entonces cuando la Jungeun percibió una embriagante fragancia que provenía de Jinsol. Ese aroma envolvente hizo que su corazón latiera con más fuerza y la dejó sin palabras.

Jinsol, notando el nerviosismo de Jungeun, decidió acercarse a ella de forma coqueta. Le murmuró al oído, con una voz suave y seductora: - ¿Por qué no me miras a los ojos? ¿Te gustaría... retocar nuevamente tu labial?

Jungeun quedó sorprendida por la cercanía de aquellas palabras y la sensualidad con la que fueron pronunciadas. Pudo sentir el aliento cálido de la Jinsol rozando su piel y no pudo evitar que su rostro se llenara de un rubor intenso.

- E-es que... - balbuceó intentando explicarse pero sin éxito.

Jinsol, con una sonrisa picante en los labios, tomó el mentón de Jungeun suavemente, obligándola a mirarla directamente a los ojos.

- No tienes por qué ponerte nerviosa, hermosa. Solo quiero conocerte mejor. ¿Me dejarás?

El mundo pareció detenerse en ese momento para Jungeun. Jinsol la miraba con ojos llenos de deseo y ella se sentía vulnerable pero a la vez ansiosa por descubrir qué más había detrás de aquella personalidad intrigante.

Con un suspiro, Jungeun asintió levemente.

- Sí... quiero que me conozcas. Quiero conocerte también.

Lipstick [Lipsoul]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora