Lipstick [Lipsoul]

IX

El aire fresco de la noche acariciaba suavemente el rostro de Jungeun mientras se encontraba en el balcón, sumida en sus pensamientos. La cena había sido abrumadora, llenando su mente de recuerdos del pasado. Sin embargo, no esperaba que Jinsol se acercara a ella en este momento.

Jinsol, con un semblante serio pero arrepentida, se acercó a Jungeun y le preguntó cómo estaba. Jungeun, con cierta tristeza en su voz, respondió:

- He estado mejor en otros momentos de mi vida. - Ella se preguntaba qué estaba pasando por la mente de Jinsol y por qué había decidido acercarse a ella precisamente ahora.

Después de un breve silencio, Jinsol se disculpó.

- Siempre has sabido que, nunca tuve la oportunidad de tomar una decisión sobre mi vida. - dijo con voz entrecortada - Eras la primera persona que creía en mí, que tenía admiración en su mirada al verme y creías lo que prometía contigo. Sabía que ibas a tener esperanza en todo.

» Sé que es cruel, pero estar contigo ha sido un cuento de hadas, solo que nunca te dije que todo se quedaba ahí, en una fantasía. Yo sí estaba al tanto de que esto no sería un felices para siempre... - Jungeun vió como se limpiaba las lágrimas que se asomaban por sus ojos - A pesar de ello, hice todo lo posible por hacerte feliz, Jungeun. Hasta donde mis posibilidades me lo permitían, aunque sé que muchas de mis acciones te causaron muchas lágrimas.

Entonces, en un tono decidido, Jinsol confesó que se alejaría de esa vida y viviría la vida que tenía diseñada. Sus palabras dejaron a Jungeun desconcertada y dolida.

-Yo... decidí darle una oportunidad. -dijo Jinsol, mirando fijamente a los ojos de Jungeun, buscando comprensión.

La pregunta de Jungeun flotó en el aire con un brillo triste en sus ojos,

-¿Y por qué no me la diste a mí? - Había una mezcla de confusión y dolor en su voz. - ¿Por qué a mí no me diste la oportunidad para demostrarte de que podíamos hacerlo juntas? - preguntaba en busca de una explicación que pudiera calmar el profundo sentimiento de abandono que se apoderaba de ella en ese momento.

Jinsol suspiró, tratando de encontrar las palabras adecuadas para responder a Jungeun. Su mirada se desvió por un instante, como si estuviera luchando internamente antes de volver a encontrarse con la de Jungeun.

- Lo siento, Jungeun. No puedo explicarlo adecuadamente, pero creí que no merecías ser arrastrada a mi difícil camino. Quería protegerte de algo que yo misma no podía entender del todo.

Aunque las palabras de Jinsol no brindaron la respuesta que buscaba Jungeun, había algo en su voz y en su presencia que dejaba entrever el sincero pesar y la lucha interna que Jinsol había experimentado.

Jungeun se quedó en silencio, su mirada perdida en el horizonte nocturno. Había muchas preguntas sin respuesta y heridas abiertas que necesitaban tiempo y sanación.

La noche se prolongó en silencio, dejando a Jungeun perdida en su propio mar de emociones. El destino le había jugado una cruel partida.