Capítulo 16

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Hoy era el día. Estaba decidida que en el patio iba a ir a hablar con Magnolia. Lo teníamos que arreglar fuera como fuese. Me fui con mi skate hacia el instituto y allí les dije a todos los Lafes que hoy cien por ciento iba a hablar con ella. A ellos no les pareció mala idea pero me advirtieron que debía de andar cuidado si Hannah y su grupo estaban delante de la conversación (que era lo más probable). Entramos dentro todos juntos y cada uno se fue a su clase correspondiente. A mi se me hizo muy largas las primeras tres horas, no paraba de pensar en que le iba a decir. Llegó el momento y...

-Chicos voy a ir a hablar con ella, si Hannah y todas las demás están delante, venid vosotros a echarme una mano por favor -Les dije.

-De acuerdo -Dijeron todos a la vez.

Fui andando hacia el rincón donde Magnolia estaba con las demás. Estaba muy rara, la vi riéndose y con una ropa no muy propia de ella. Llevaba un top rosa conjuntado con una falda de cuadros del mismo color y sus botas largas y de tacones eran blancas. Y llevaba maquillaje. Mucho maquillaje.

-Bueno, mira quien está aquí -Dijo Hannah mirándome.

-¿Que quieres pesada? -Soltó de pronto Magnolia murándome fatal.

-Venía a hablar contigo -Le dije yo.

-Perfecto, pues yo no tengo nada que decirte.

Eso me sentó fatal.

-Pues yo si, así que te vas a quedar.

-Uy cuidadito que a lo mejor me mete un puñetazito pequeño.

-Pues te aconsejo que te bajes los humitos porque puedo hacerte mucho daño y no quiero.

-Por favor -Dijo mientras todas se reían-, si hasta un bebé de tres años pega más fuerte que tú.

-Bueno, a ver, déjame hablar -Dije haciendo una pequeña pausa-. Magnolia, se que cabrearme así estuvo mal porque ni siquiera dijiste una respuesta y lo siento. También siento que todas las peleas que hayamos tenido hayan sido por culpa mía. Te pido perdón una y mil veces pero eres mi mejor amiga, desde que éramos pequeñas y no me gustaría nada perderte. ¿Me perdonas?

Se quedó callada y pensaba que iba a perdonarme pero... ¡Empezó a reírse!

-Cariño no quiero tu perdón, no quiero nada de ti, me has echo daño y no te voy a perdonar nunca. Me da igual tú cursi discursito y lo muy "mejores amigas" que fuéramos, me da absolutamente igual, así que déjame ya de una vez y vete a conseguir amistades, claramente si puedes porque no eres muy buena persona -Dijo y al instante se puso a reír.

Estaba paralizada y ni siquiera vi que los Lafes estaban allí desde hace un rato.

-Pues mira, nos tiene a nosotros que somos mucho mejor que tú -Saltó Carolina de pronto.

-Mira amores, a vosotros no os incumbe eso, así que manteneos lo más lejos posible o terminará haciéndoos daño como me pasó a mi.

-Exacto -Dijo Hannah.

-Ella no te hizo nada, deja ya de inventar -Dijo Henry.

-Que si, ¿Que a la niña está se le a comido la lengua el gato o que?

-No estoy perfectamente, gracias por preguntar -Le dije con voz de falsa-. Mira cariño, soy mucho mejor que tú y por eso se que tú te vas a quedar sola y yo voy a ser feliz con todos los amigos que tengo, porque a demás, la cantidad no importa, si no lo que verdaderamente importa es la calidad y como tú no tenías de eso pues mi vida te ha cerrado las puertas en las narices. Has perdido algo muy valioso que se llama amistad verdadera y ya no vas a tener nada de eso en tú vida. Espero que te vaya muy bien guapa.

-Que muy bien por ti. Chicas vámonos que no estoy para perder el tiempo con esta tía.

-Tía eres la mejor, como te has enfrentado con ella -Me dijo Katie.

-Ha sido una pasada -Dijo Sophie.

-Muchas gracias, vosotros también sois los mejores ¿Lafes por siempre?

-¡Lafes por siempre! -Gritamos al unísono.

Faltaban diez minutos para volver a entrar a clase así que cogí mis cosas y entré al baño. No me gustaba llorar delante de la gente y no podía aguantar más así que estuve los diez minutos llorando allí encerrada.

Después de eso estuve las tres horas en clase y luego fui a mi casa rápido. Cuando llegué me vio mi madre llorando y me preguntó que qué pasaba así que yo le conté todo.

-Cariño, no te preocupes ¿Quieres que veamos una peli después de comer?

-No tengo ganas de nada mamá, ni siquiera de comer, me voy a mi cuarto.

Estuve allí encerrada horas y horas y sin comer, la verdad es que no tengo hambre ni ganas ni absolutamente nada, solo quiero que Magnolia vuelva.

Lo único que estoy haciendo es llorar y llorar, aún que me he puesto música de Taylor porque es mi salvación y mi terapia siempre y ahora mismo estoy escuchando "ATWTVTMV" una de mis canciones favoritas de Red.

No creo que pueda superar esto nunca.

        

                                               ***

Ya han pasado dos días. No he salido de mi cuarto ni para comer ni para ir a clase ni para nada estoy fatal. He estado llorando y llorando mientras escuchaba a mi salvación, mi terapia, a mi rubia favorita, mi reina y mi diosa Taylor Swift.

He estado pensando. Magnolia va a seguir con su vida como si nada y yo no puedo seguir así, me va a entrar un ataque de ansiedad y no me apetece y mis notas van a bajar, por eso, creo que lo mejor sería levantarme, salir, pasarlo bien y vivir la vida. He descubierto que Magnolia ya no me hace falta, todas la culpa que me echaba en realidad la tenía ella y se acabó. Mi vida sin ella empieza ahora y voy a estar feliz siempre, me voy a querer y a apreciar más que nunca, no me van a importar los malos comentarios, voy a trabajar en mi misma, a perseguir mis sueños, voy a vivir mi vida con mis amigos y voy a pasármelo bien.

Ahora por fin comprendo que...
Nada es para siempre.

Nada es para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora