Paul seguía retorciéndose en sus ataduras, las cuales para su horror eran muchos más apretadas que antes, trato de gritar, pero su mordaza cumplía su papel de mantenerlo callado. El chico está indefenso, y lo único que podía hacer era gruñir y sobresaltarse en su lugar.
-MMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM- grita Paul en un intento de llamar a sus amigos.
Robin y Neal estaban relajados preparando la mesa para comer, mientras Neal sacaba la comida Robin se puso a los lados de Paul y encendió dos máquinas que flanqueaban al chico. Estás eran calentadores eléctricos los cuáles apuntaban directo al niño atado.
Paul siente de repente el calor, y trata de soltarse aún más desesperado, súplica y súplica mientras su cuerpo se enrojece y soltaba chorros de sudor. Sus amigos mientras estaban bien relajados comiendo y hablando de sus tareas.
Entre el calor, las ataduras, el polvo pica-pica y la situación en general, si había algo que estaba en la cúspide de la tortura, era sin duda la canción de Barney. Una y otra vez esa maldita canción se repetía en sus odios y el ni siquiera podía girar la cabeza, en verdad prefería mil veces que lo dejarán desnudo en la escuela antes de estar bajo la horrible canción.
Finalmente los amigos terminan su comida y Robin se encarga de apartar los calentadores. Neal va a los pies del chico y comienza a encender los cepillos de dientes que estaban amarrados allí.
Paul tiembla de inmediato mientras tira de sus piernas. Tal vez sus pies ya no sentían cosquillas, pero la zona entre los dedos aún era muy delicada, así que entre las cerdas del cepillo y la vibración de sus laterales eso le provocó varias cosquillas.
Se retuerce pidiendo piedad, y nota que bajan el volumen de la canción para su alivio.
/Probando uno dos.../ Dice Robin golpeando el micrófono.
Paul maldice bajo su mordaza mientras se sacude por el ruido de la estática.
/Bien... Ahora se que desearías ser libre amigo.../ Dice Robin mientras apretaba las rodillas de Paul haciendolo sacudirse /Pero me temo que eres nuestro juguete por el resto del día/
-MMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM- suplica tras su mordaza.
-Ya te la quito- dice Neal mientras desataba la mordaza.
Apenas se la sacaron, Paul escupe la media y grita a todo pulmón.
-DESGRACIADOS USTEDES #@$@#$&#$@#$&$#$&🤬!-
Los amigos solo se caen riendo al suelo mientras Paul suelta palabrotas tratando de escapar. Finalmente luego de diez minutos de gritar y insultar, Paul estaba casando, las molestas cosquillas entre sus dedos y la picazón de su ombligo por culpa del polvo pica-pica ya lo tenían atormentado, y claro la canción de Barney ya lo volvían loco.
-Por favor chicos... Ándele, ya no aguantó...- trata de resistir el impulso de reír mientras súplica -...ya paren, por favor... Ya se divirtieron, ya...-
El rubio ya lloraba mientras se mordía el labio tratando de aguantar, esto era ya un nuevo nivel de tortura.
/Nop/ dijeron ambos amigos al unisono /Te haremos cosquillas y punto... Además te recordamos que fuiste tú el de la idea, tu solo decidiste estar en esta situación... Así que aguante- termina Robin mientras subía el volumen de los audífonos.
Paul trata de protestar, pero le vuelven a meter la media en su boca, trata de escupir la pero rápidamente la tira de cuerda impiden que la escupa, gruñe molesto al sentir el sabor salado y la peste en su lengua confundiendolo con sudor sin saber que solo estaba marinada con sal y queso, Robin era experto en la tortura psicológica.
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Super Ticklish
FantasyPaul era un gran admirador de los superhéroes, desde pequeño quería ser uno. Con sus amigos tienen cientos de aventuras jugando a los héroes. Pero los superhéroes no son la mayor afición de Paul, en el puesto uno de las cosas que ama está sin duda s...