✨ Capítulo XI ✨

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En medio del bosque de acebos y abetos, cruzaba una carretera, que estaba al lado de las orillas del río y cruzaba por un puente de hierro. La lado de ese puente de hierro, había un pequeño puesto de pollo frito, el cual tenía un letrero gigante y gastado de un pollo dorado, se supone que se podía ver el nombre, pero este estaba cubierto de mugre que jamás se limpio, y se supone que brillaba en la oscuridad, pero no ha brillado desde hace veinte años.


El puesto de pollo frito sin nombre estaba allí, produciendo un olor natural que llenaba el bosque, y justo en el comedor esterior estaban el trío de amigos comiendo una montaña de alitas de pollo frito.


El trío de amigos reían y bromeaban entre si mientras comían alitas de pollo tras alitas de pollo, llenándose las manos de grasa y la boca de salsa. Aún los tres amigos estaban en ropa interior, además de totalmente empapados de la cabeza hasta los pies. La laguna de ellos justamente conecta al río al lado del puesto de pollo frito, así que era posible llegar nadando.


El único que traía algo más que su ropa interior era Paul, quien cargaba la riñonera (En el anterior capitulo puse cangurera sin querer 😫) que contenía el dinero de los chicos. A ninguno le preocupaba estar en ropa interior allí, principalmente a Paul que si no fuera por la sociedad y sus reglas tiraría toda su ropa para andar siempre en boxers; el dueño del lugar no le importaba que ellos estuvieran aquí en ropa interior, después de todo era el padre de Robin los que evitaban que el negocio quedara en quiebra, así que Robin prácticamente era el dueño del lugar.


Casi no pasaban autos, y mucho menos se detenían, a veces el lugar era visitado dos veces al día... Principalmente por estos niños, todas las ganancias de la semana eran de Robin, quien pagaba por veinte la comida que pedían, incluso pagaba por completo las ganancias de un día por solo comprar un sobre de salsa. La familia de Robin era muy rica y no se molestaba en pagar ese pequeño puesto, y los niños disfrutaban el lugar demasiado como para dejar que cierre.


Un joven mesero aparece con dos bandejas de pollo frito más, el joven de diecinueve años pelirrojo delgado y de ojos cafés era hijo del dueño y amigo cercano de Robin, casi un hermano mayor. El joven deja la bandeja al frente de Paul, quien apenas las ve se lanza a comer todas las alitas de pollo como si no hubiera mañana.


-Tienes hambre hoy pequeño ruso... Tus amigos apenas van por un cuarto de su bandeja y está es tu octava bandeja de comida.

-Ññññññññññññññññ!- dice Paul aún con el pollo siendo devorado entre sus manos.

-Es que es un niño en crecimiento...- dijo Neal pinchando el costado izquierdo de Paul.

-Y ser castigado quema mucha energía- completa Robin pinchando el costado derecho.


Entre los dos le hacían cosquillas en los costados y Paul se retuerce tratando de alejarse de esos dedos cosquillosos.


-Pues es tu dinero, haya ustedes- encoge los hombros Malcolm, si Malcolm, mientras se retira.

-Algun día se cambiará ese uniforme?- pregunta curioso Neal mientras bebía refresco.

-Segun Paul es lindo el uniforme- se burla Robin hechando a sus alitas de pollo un galeón de salsa ranchera.


El uniforme de Malcolm eran unos shorts tan cortos que se veían los bordes de sus boxers, una camisa de marinero azul corta que mostraban la parte inferior de su vientre, y un delantal blanco lleno de grasa, también tenis blancos con calcetines azules hasta las rodillas. Malcolm no sabía, pero fue idea de Paul ese uniforme, y los chicos les pareció tan gracioso que Robin convenció a sus padres de que fuera el uniforme oficial del lugar, y como Malcolm era el único trabajador a parte del gerente, el era el único afectado.


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⏰ Última actualización: Oct 10 ⏰

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