🌟 ; Contenido +18.
🌟 ; Traducción de oneshots.
🌟 ; Ninguno de los personajes o oneshots me pertenece, créditos totales de la obra a quanticdreams y de los oneshots a historias encontradas de Tumblr o AO3.
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Advertencias: Fem reader androide x Nines humano, Sexo, sexo vaginal, sobre estimulación.
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Conrad Anderson un agente especial, joven, de aproximadamente 29 años, el mayor de 3 hermanos de 28 y 26 respectivamente. Tú compañero de trabajo asignado, a ti, un androide TN900 de capacidades militares especiales, lo último en tecnología androide en la actualidad.
El humano estaba enojado. Te costó entender por qué.
El agente especial Anderson era un espécimen humano interesante. No se mostraba tan obvio y libre como otros de su especie, sino que mantenía sus expresiones faciales y posturas físicas silenciosas y reservadas. No es que hubieras estado cerca de muchos otros humanos desde tu activación, pero habías estudiado lo suficiente a sus colegas para saber que él era... diferente.
Quizás por eso te aceptó como sujeto de prueba dispuesto. “Socio”, así lo llamaban, pero eras un desconocido en el campo a pesar de tu diseño como unidad militar. El acceso a tu programación, junto con sus especificaciones, se eliminó durante las últimas horas de la caída de CyberLife, y los investigadores destruyeron pruebas de sus crímenes para evitar la persecución.
Al menos así te lo explicaron. CyberLife fue tu creador, el creador de todos los androides dentro de los EE. UU. continentales, pero esos androides se habían rebelado. Divergencia, lo llamaron.
Irrelevante. No eras divergente. O… no lo eras antes de hoy.
— “¿Por qué desobedeciste las órdenes?”
Tu atención volvió al humano frente a ti. Alto, de piel pálida y ojos grises, vestido con su habitual conjunto oscuro. Le habían quitado la gabardina y el chaleco de Kevlar después de llegar a la habitación, dejándolo vulnerable mientras contemplaba un prototipo militar. Audaz, con un toque de imprudencia. Una copia casi exacta de sus dos hermanos.
Casi, pero no del todo. Hubo diferencias mínimas como las que habían entre tú y los otros dos modelos TN. Te preguntaste si esa era otra razón por la que se había ofrecido voluntario para que fueras su socio, o si simplemente quería vigilar de cerca un prototipo peligroso y no probado.
