🌟 ; Contenido +18.
🌟 ; Traducción de oneshots.
🌟 ; Ninguno de los personajes o oneshots me pertenece, créditos totales de la obra a quanticdreams y de los oneshots a historias encontradas de Tumblr o AO3.
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Advertencias: Sexo oral, mamada.
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Te acurrucaste en el pecho de Simon con tus dedos entrelazados suavemente en la tela en las parte frontal de su camiseta mientras los personajes de tú serie favorita saltaban perezosamente a través de la pantalla con poca luz. Sin embargo, estos fueron rápidamente olvidados cuando un trueno distante hizo que te sentaras y miraras vagamente por la ventana ciega para ver un relámpago poco impresionante. Cada trueno sucesivo te hacía moverte contra la cabecera que compartías, e hizo que Simon te mirara con preocupación. — "¿Estás bien, _____?" — Habló suavemente contra la parte superior de tu cabeza, su voz mezclada con simpatía mientras apretaba los dedos que se detenía en tu hombro para asegurarte que estabas a salvo.
— "S-Sí" — sonreiste nerviosamente mientras tus ojos volvían a mirar a tu serie favorita en la TV, pero ya no podías concentrarte.
— "¿Hay algo que pueda hacer?"
— "¿Puedes abrazarme de nuevo?"
— "Por supuesto" — el PL600 movió su cuerpo para que su espalda quedara al ras del colchón. Cuando finalmente te recostaste, te acercaste más a él, enredando una de tus piernas con la de él. Simon dejó escapar un suspiro ante el contacto, te rodeó con uno de sus brazos y disfrutó la sensación de la flexibilidad de tu piel bajo sus propios dedos. No podía creer que fuera él quien te abrazara fuerte por la noche, o que fuera él quien se despertara a tu lado por la mañana. Simon te observó atentamente; Te encontraste tímida y cautivada por su mirada.
Ajustaste tu cuerpo para descansar tu cabeza contra su pecho y extendiste tu brazo sobre su torso.
Instintivamente, también acariciaste la curva de su cuello mientras él te plantaba un beso en la parte superior de la cabeza, murmurando dulces palabras en tu cabello para calmarte.
— "Te amo" — susurró mientras sus dedos trazaban formas perezosas contra tu piel cálida y expuesta. El débil latido de su corazón mecánico te brinda una sensación de consuelo.
