Capítulo 4 ''La despedida y el comienzo''.

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Una triste tarde, lluviosa y muy nublada, únicamente se podían escuchar mis lamentos y sollozos... no paraba de gritar el nombre de mi leopardo... mi Mustafa. Ya no estaba conmigo, me sentía muy sola y triste aquella mañana.
Al final, descubrí que la mujer que me lo había dado conocía a un chamán, que en ese momento había acudido al entierro para darme un consejo.

-Debes dejar escapar el pensamiento de Mustafa... él ya no está con nosotr- le interrumpí.

- no tiene ni idea... ¡¡ese leopardo es mi vida!! No puedo aceptar lo que ha ocurrido...

-Si sigues con el pensamiento de que no nos ha dejado, sólo harás que su alma se corrompa y se reencarne en otro cuerpo.

-me da igual!!! Necesito a Mustafa aquí...- cálidas lágrimas brotaban de mis ojos. No lo iba a aceptar... Mustafa volvería a mi lado.

Estaba muy triste... necesitaba apoyo. Me dirigí a la casa de Tony. Pasé entre las hojas caídas y mojadas de la calle. Se podían escuchar fuertemente mis chapoteos.
Me alegré de llegar por fin. Sólo buscaba alguien con quien hablar, pero lo que vi me dejó impactada... ahí estaba mi mejor amigo, con una gran maleta al lado de su coche, mientras que él estaba apoyado en la puerta de éste.

-pero qué...

-Sam... esto... ha sido muy repentino... me tendré que mudar por asuntos del trabajo de mis padres... no volveré en mucho tiempo...

-No...noo...¡¡NOOO!! No me hagas esto... primero Mustafa y ahora tú.

-Sam... lo siento mucho... de verdad, no tengo opción, pero hay algo que quiero darte antes de que me vaya.

De su bolsillo, sacó una cadena negra, de la cual colgaba una pequeña figura seca de resina en forma de gota, que en el interior contenía una pequeña flor negra.

-Es preciosa... gracias.

-quiero que te lo pongas, y jamás te lo quites hasta que vuelva a por ti. Recuérdame con esto.

-lo haré.

Hubo silencio durante unos pocos segundos.

-hay otra cosa que te quiero decir, desde hace mucho tiempo.- dijo sonrrojado hasta las orejas, pero con voz firme.

-dime

De pronto, me coge por la cintura y lleva sus labios hasta mi oreja. Su cálida respiración me hacía cosquillas en la oreja, hasta que por fin habló, en un susurro-suspiro.

-Te Amo...

¿Qué? ¿Cómo? ¡¡¡¿Qué?!!! No puede ser... ¡sólo somos amigos!

Me quedé paralizada, intentando asimilar lo que acababa de pasar, cuando de la nada, el padre y la madre de Tony aparecen en el coche, llamándo a mi amigo con prisa.

-volveré a por ti...

-Adiós, To-Tony- pude soltar por fin, pero en realidad estaba sonrrojadísima.

A él se le dibujó una blanca sonrrisa mientras se metía en el coche. Éste empezó a alejarse, y desde la parte de atrás del coche se podía ver como Tony me hacía un símbolo de promesa.

realmente, aquel rostro de seguridad en su palabra me hizo feliz, aunque únicamente fuese un poco.

Ya no había rastro alguno de el coche de mi amigo... ni siquiera un único símbolo de vida en aquel lugar, lleno de hojas mojados e inundado por un desagradable aroma a humedad.
Me puse a pensar mientras iba de vuelta a casa, mientras no aportaba la vista de la flor del colgante. A partir de ahora, estaría sola...

Esto... ¿realmente está bien? (Shōjo/Ecchi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora