Parte 16

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Entonces, ______ estaba con la señora Baker al día siguiente, ayudándola con las compras, para lo que la chica se ofreció voluntariamente.

Jake iba con ellas, pero Sarah había dicho que prefería quedarse a hacerles mal tercio, a lo que su mamá se ofendió porque entonces ella sería la tercer rueda.

El carrito iba lleno de cosas, pero la pelirroja sabía que eso no era ni la mitad de lo que se necesitaba en casa. Al doblar la esquina en uno de los pasillos, se encontraron con la señora Murtaugh, quien al verlos trató de saludar, pero al distraerse sólo logró chocar contra una exhibición de pepinillos en frasco, derribando toda la torre.

Jake y ______ trataron de evitar reír, pero les estaba resultado casi imposible, hasta que recibieron una mala mirada de la madre del chico.

—Huye —le aconsejó la señora Baker. Ambas rieron—. Olvídalo, traerán a una persona. Los niños rompen cosas siempre y huyen dejándome ahí —explicó, lo que hizo que la mujer se decidiera a preguntarle algo.

—Oye, ¿me dirías algo?

—Claro —aseguró la mayor.

—¿Cómo manejas a doce niños?

—Bueno, será mejor que ustedes se vayan de aquí —rió la mamá de Jake—. No quiero que se enteren de mis secretos. Anden, busquen lo que falta de la lista, tomen otro carrito, este no será suficiente —les indicó y ambos chicos se fueron de ahí.

—¿Crees que sea buena idea que tu mamá nos haya mandado a nosotros a hacer la compra? —le preguntó ______ a su novio.

—Para ella y papá no. Para nosotros, por otro lado, claro que sí —tomó su mano y la guió por el pasillo de las galletas.

Ambos tomaron tres paquetes cada uno. Luego, pasaron por el de los dulces y vagaron por la tienda, mientras Jake ponía un poco de todo lo que se encontraba en el carrito.

No habían pasado más de diez minutos y el carro estaba repleto, por decir lo mínimo. Jake lo había llenado con cosas que probablemente no necesitaban, pero le parecieron bien.

—Oye, Jake —llamó su novia—. El carro está repleto y apenas llevamos dos cosas de la lista de tu mamá —hizo una mueca—. ¿No nos excedimos?

—No lo creo. Este es el secreto de mamá para lidiar con doce niños: el azúcar. Siempre es un buen soborno —se encogió de hombros.

—Bueno, tú eres el que sabe de tener muchos hermanos —suspiró la pelirroja.

Apenas unos cinco minutos después, encontraron a la señora Baker junto con la señora Murtaugh, hablando aún sobre sus hijos y la apretada vida que llevaba la más joven al tratar de acostumbrarse a tener una familia tan grande con un esposo que era un padre demasiado estricto con los niños.

Baker trataba de asegurarle a Serina que todo estaría bien, mientras le ponía algo de humor al asunto para hacer que la rubia se relajara aunque fuera un poco.

—Bueno, parece que mamá tiene una nueva amiga —comentó Jake viéndolas de lejos.

—Creo que a ambas les hacía falta, considerando la guerra que hay entre Baker y Murtaugh —aseguró ______—. Si es estresante para nosotros, no puedo imaginarlo para ella.

—Ya lo creo. Sólo espero que papá se relaje un poco.

Fue cuando la señora vio a los niños a lo lejos, Jake abrazando a la chica mientras ella reía alegremente. Serina vio en la misma dirección que la señora Baker y ambas sonrieron.

—Mira, Serina... Si algo aprendí con doce hijos, es que uno nunca será perfecto. Pero puede dar lo mejor, y el resultado es una familia criada con amor, tratada con cariño, y alimentada con toda la comida del mundo que puedas imaginar. Estos niños comen mucho...

La casa del lago (Jake Baker y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora