Capítulo 4

1.6K 62 55
                                    

Al día siguiente cuando se despertaron Tignari noto la manilla en su muñeca. No se podía mover muy bien.

- No me acordaba de esto... - dijo mientras miraba a Cyno dormir plácidamente. Era tan guapo. La verdad es que tenía un cacao mental, porque Cyno lo trataba tan bien, lo abrazaba, lo besaba... ¿pero solo eran amigos? No lo entendía...

- ¿Ya estás dándole vueltas a las cosas de buena mañana?

Tignari se sonrojó y lo miró a los ojos.

- No es nada - dijo sonriendo.

- ¿Estas bien? ¿Has dormido bien?

- Si si estoy perfectamente.

- Me alegro. - Así que cogió una llave pequeña y abrió las manillas.

- De momento solo las usaremos para dormir. - Así que quitó las manillas y se levantó de la cama, llevaba solo unos boxers, así que se podía observar todo su cuerpo perfecto. Era tan bello, Tignari lo miraba fijamente sin darse cuenta. Cyno sonrió y se le acercó.

- Tendré que fregar el suelo si miras tanto...- Tignari se sonrojó completamente y saltó de la cama.

- Idiota - dijo y se fue a la cocina a hacer algo para comer.

- ¿Oye Cyno hay algún plan sobre los eremitas?

- De momento hemos quedado en la academia para hablarlo, tendremos que ver que se puede hacer.

- Oh, vale yo iré a patrullar de mientras.

- Creo que no has entendido el hecho de que no puedes separarte de mí ni un momento.

- Pe-pero yo me se defender y no podrás estar protegiéndome siempre.

Cyno lo miró.

- Tignari no sé qué pasará en el futuro, pero por ahora no te separaras de mí y si te resistes te enmanillare - Tignari lo miró con resignación.

- Está bien...

- Y por favor te lo pido, no te separes de mí, no te intentes escapar. - Tignari lo veía sufriendo mucho así que se acercó a él y lo abrazó

- No me separaré de ti, te lo prometo, mientras no te canses de mí - Cyno sonrió y le acarició el pelo.

- Nunca me cansaría de ti - Tignari se sonrojó y lo miró con curiosidad.

- Cyno puedo preguntarte algo?

- Dime.

- Es que no sé qué somos, porque dijimos de dejarlo, pero nos seguimos abrazando, besando... me dices esas cosas, y no sé qué pensar.

- ¿Pero te gusta?

- Ehh... si, pero...

- Pero nada, no pienses tanto, solo disfruta - y lo besó tiernamente. Tignari se dejó llevar y le respondió el beso. No entendía porque se resistía tanto a contestar, ¿es que no lo quería?

- Bien será mejor que vayamos a la academia, nos estarán esperando. - así que se fueron cogidos de la mano. Cuando llegaron a la academia entraron y se sentaron en una grande mesa donde ya estaban todos.

- Bien, empecemos - dijo Nahida, la cual estaba en la silla principal. Todos la miraron para después fijarse en Tignari - Tignari, ¿sabes que lo que hiciste fue muy imprudente no? Si no llega a ser por Cyno ya no estarías aquí - Cyno se estremeció como si le doliera recordar aquella situación.

¿Amigos con derecho a roce? CynonariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora