Después de unos días Tignari ya se había recuperado del todo y volvieron cada uno a su vida y trabajo, pero pasaron de estar todo el día juntos a no verse en todo el día, el cambio fue muy drástico. Tignari se sentía vacío por dentro... Cyno no lo notaba tanto porque estaba más ocupado, pero cuando llegaba la noche sí que notaba el vacío.
- Bien, creo que estos informes los dejaré para mañana, me pregunto qué estará haciendo Tignari... - entonces abrió el cajón y cogió una cajita, tenía algo en mente desde hacía unos días, pero no sabía ni cuándo ni cómo hacerlo. Finalmente cogió la cajita, se puso la capa y se fue. Necesitaba verlo.
Tignari estaba tumbado en la cama, mirando el techo cuando de pronto sintió a Cyno, se levantó de golpe y salió corriendo de su casa y se topó con Cyno.
- Cynooo!! - Y saltó sobre él. Cyno lo cogió fuerte para que no cayeran los dos.
- Narii, casi me tiras.
- Lo siento - dijo avergonzado - ...es que te echaba de menos...
- Yo también tonto - y le alzo la barbilla para besarlo. Tignari le correspondió el beso.
- Ojalá no te tuvieras que ir nunca - Cyno le acarició la mejilla y dio un beso rápido.
- ¿Quieres ir a dar una vuelta?
Tignari asintió, cerró la puerta y tomo la mano de Cyno. Y empezaron a caminar.
- ¿Y cómo te ha ido el día Nari?
- Bueno... - no le podía decir que no había hecho casi nada porque no dejaba de pensar en él – no muy bien...
- ¿Y eso?
Tignari intentó cambiar de tema.
- Mira Cyno está lleno de luciérnagas! - Pero Cyno lo agarró y le obligó a mirarlo.
- Nari, que pasa. - dijo con un tono firme y serio. Tignari bajó la mirada y le empezaron a caer lágrimas. Cyno le levantó la barbilla y le acarició la mejilla.
- Lo-lo siento... pero no estoy pasando mi mejor momento...
Cyno lo miró y lo abrazó.
- Y-yo te echo de menos... hemos pasado de estar todo el día juntos a no vernos y yo...
Pero Cyno no lo dejó terminar, lo empezó a besar y lo abrazó con fuerza.
- Tignari... si te dijera que todo podría cambiar...
Tignari lo miró sorprendido.
- ¿Qué quieres decir?
Entonces, Cyno se arrodilló, sacó la cajita de su bolsillo y cogiendo la mano de Tignari...
- Nari... ya hace días que quería pedírtelo, pero no me atrevía a dar el paso... ¿quieres casarte conmigo?
Tignari se puso las manos en la cara y empezó a llorar de la emoción.
- Y-yo... - titubeó - ... claro que quiero. - Cyno cogió su delicada mano y le puso el anillo. Tignari se lanzó a sus brazos llorando. Cyno lo abrazó con fuerza y le susurró al oído...
- Te amo
- Yo también te amo - respondió Tignari y se abrazaron más fuerte en medio de la noche rodeados por las luciérnagas que iluminaban aquel lugar.
Se separaron y se miraron, Cyno le apartó un mechón de su cara y sonrió y entrelazó su mano con la de Tignari.
- Creo que es el día más feliz de mi vida - dijo Tignari sonriendo. Cyno sonrió y lo volvió a besar.
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¿Amigos con derecho a roce? Cynonari
Hayran KurguUna historia donde sus sentimientos van avanzando mientras tienen que enfrentarse a los eremitas.