9 Foxy

9 1 0
                                    


Childe solicitó una video-llamada desde la computadora, mientras tanto ocultó bien la camisa para que no estuviera a la vista de Morax. La pantalla cambió cuando se aceptó la llamada.

—Lamento lo que pasó antes —Antes que nada, Morax hizo esfuerzos por explicar su preocupación—. Por favor, no tengas esa imagen de mí. Normalmente estoy... en buen control de mí mismo.

Childe notó que el apuesto hombre había vuelto a su estado normal, distante y frío. Pero un pequeño error de su parte hizo que pareciera que no se había cambiado del todo en su papel de ser una roca. Le temblaban las manos mientras sostenía con fuerza un lápiz.

El pelirrojo sonrió, aliviado. Ya no tenía miedo, Morax tenía un fuerte autocontrol.

—Estoy bien. No me lastimaste de ninguna manera ni me ofendiste.

La mano de Morax se relajó. El tono pálido de su piel también adquirió un poco de color. Miró a Childe por un momento, perdido en su propia mente.

—Este... ¿No fue tu primer...?

—¡Sí! Me robaste mi primer beso —Childe todavía sonreía y dentro de él hablaba consigo mismo así: '¡Estoy muy feliz de que fueras tú!' pero dudaba si sería buena idea decirlo en voz alta. Como acto reflejo, se tocó los labios con un dedo. En la pantalla, Morax se mordió el labio antes de decir.

—Mis disculpas... —¿Cómo pagar ese repentino impulso? Le sería imposible devolverle el primer beso—. ¿Cómo puedo compensarte por esto?

Childe parpadeó. ¿Qué debería contestar? ¿Dame mucho Mora? ¿Seamos novios? ¿Dame un bebé? Se sonrojó demasiado por culpa de esos deseos de su débil mente.

—Está bien. No me debes nada. También yo te estaba devolviendo el beso. —¡Childe esperaba que ese hombre se diera cuenta de sus sentimientos!

Morax hizo una pausa; Le sonrió al joven y devolvió una mirada sonrojada a la cámara.

—Gracias. Ya que estás siendo honesto, déjame insistir en pagarte de alguna manera. No quiero parecer alguien que está jugando contigo. Y ya no eres un niño de cinco años, así que si puedes pensar en una forma lo suficientemente justa de pagarte...

Childe ya tenía mil ideas en mente. Se repitió mentalmente las amables palabras de Morax en su cabeza. Como dijo el hombre, no estaba jugando, ¿verdad? ¿Realmente le gustaba la idea de asumir la responsabilidad por el beso perdido?

—Bueno. ¿Qué tal si tenemos una cita?

Morax tocó el nudo de su corbata. Su tiempo era muy valioso, sin embargo él no era el tipo de persona que se retracta de sus palabras.

—Muy bien, ¿cuándo debería ser?

—Ah... es verdad, ¿cuándo tienes un día libre?

—Nunca tengo un día libre, lo siento. No pongas esa cara. Tendré una cita contigo, solo te respondo la verdad.

Childe se sintió mal por estar siendo una carga. ¿Estaba siendo caprichoso? Sólo quería tener tiempo a solas con ese hombre. Pero decidió rápido.

—Este fin de semana tenía en mente salir con ZhongLi. ¿Qué tal en el segundo fin de semana contando a partir de ahora?

Morax volvió a sentirse culpable.

—Ojalá tu tobillo esté curado para entonces —Pero él asintió, pensando qué hacer en caso de lo contrario—. No te fuerces mucho cuando salgas con ZhongLi. Además, si estás de acuerdo, puedo pagarle a alguien para que los lleve a ambos a cualquier parte...

Pinky & Stone Promise IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora