Estábamos en el café de la cra 47, uno de los mejores, dónde cada mañana irin y yo, nos estábamos a tomar nuestra bebida caliente. Cuando de repente, grite casi quemando mi lengua, No me lo vas a creer le dije irin, quien bebía su café de la mañana. - Que paso pregunta desinteresada- la mujer, ahí está, la, la mujer de la portada de la empresa, está ahí en el tráfico en un convertible envidiable que junto a su belleza era la mejor vista que podía tener en las horas de la mañana.
Pero lo más increíble del momento es ver qué su vista posaba en mi, me estaba mirando a mi. Si amiiiiiii! Sus ojos no se apartaban de los míos, le regale una estúpida sonrisa porque no pude hacer más.
Les puedo decir que esa mujer era mi amor secreto, siempre pedía ese trabajo diciendo que era por qué podía trabajar en la noche, pero no, lo hacía con la esperanza de algún día topar y poder verla así sea desde cerca. Guardaba una foto de su portada, la edición 16, dónde salía con un simple vestido blanco de Chanel con el pelo suelto y sin accesorios, pero les juro que era como ver caer un ángel del cielo. La mantenía siempre en mi cartera, cuando estaba sola podía admirarla y fantasear que una mujer como esa, se enamoraba de mi y decidía ser feliz a mi lado. Pero ya saben eso solo pasan en los cuentos de hadas y está, damas y caballeros, está era mi maldita realidad.
Nuestras vista se cruzaron hasta que el semáforo cambio, como hubiera querido ser hacker para detener los semáforos y que no se pudiera mover del lugar, quería admirarla un rato y saber que era a mi a quien miraba, tener esa certeza.
Irin como siempre ignoro lo que le decía, estaba tratando de mantenerse despierta para rendir en el día, yo tuve la mejor mañana, mi humor era incomparable, todos estaban asombrados de lo bien que la estaba pasando en la mañana. Hasta que una voz fastidiosa me saco de la bella nube dónde andaba.
- para mí que te equivocaste Becky, esa mujer debe ser de otro país, solo es publicidad, no quiere decir que sea de aquí, me dijo alzando sus cejas tratando de consolarme y sintiendo pena por mi, la mire con duda, cuestionando si era verdad que era mi angelito, pero estaba segura que si. Tenía todo su póster en mi habitación por Dios, como no iba reconocer esos hermosos ojos y esos labios tan carnudos y provocantes.
Me hice la desentendida y no respondí al cuestionamiento de irin - estúpida irin - murmuré, porque tenía que dañarme la felicidad que cargaba, la había visto y eso para mí lo era todo. Ahora ando dudando si de verdad la Vi o no. Cero y van dos Diosito, no se que te hecho pero ya no me está gustando tu actitud hacia mi.
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LA CHICA DE LA REVISTA
RandomCuando el amor traspasa la imaginación y se convierte en realidad Freen Sarocha y Becky Amstrong serán las protagonistas de esta divertida y romántica historia. Historia 100% auténtica.