Cap. 23

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¿Acaso... era culpa mía?

Darme cuenta que gracias a sus dos años perdidos, había causado que su tiempo se reduciría a la mitad me había dejado un enorme vacío en el pecho.

¿Realmente era mi culpa?

Dos años perdidos sólo por pasar tiempo junto a alguien como yo... ¿acaso era una buena justificación?

¿Realmente valía la pena desperdiciar esos años por alguien de poco interés? ¿Cómo se suponía que reaccionará?

No podía ocultar el hecho de que mi cuerpo se encontraba temblando y los escalofríos no paraban de recorrer por mi cuerpo.

No tenía la menor idea de lo que debía de hacer a continuación.

¿Pedir disculpas? ¿Llorar? ¿Ofrecer un trato? ¿Consolarlo? ¿Celebrarlo? ¿Enojarme? ¿Festejar?
No sabía que hacer, pero la culpa hacía que mi alma se retorciera del dolor.

No hay de que preocuparse— escuché su voz a lo lejos, y por unos instantes subí la mirada hasta sus ojos, perdiéndome por completo en ellos —de igual manera seguiré estando muerto— sonrió.

Me extrañaba su comportamiento, mucho más la respuesta despreocupada que me había dado, pero no tardó mucho para que un leve dolor de cabeza invadiera en mí, obligándome a cerrar los ojos mientras me sujetaba de la pared para evitar caer. Mi cuerpo empezaba a empeorar.

Los temblores se hacían cada vez más fuertes y sin siquiera pensar en lo que hacía, empecé a retroceder en busca de algo que calmara la tormenta que nacía dentro de mí. Cuando intenté abrir los ojos, sentí un gran ardor en ambos y gemí ante el dolor. Me dolían, ardían como el infierno y si no fuera por las lágrimas que deslizaban por mis mejillas... habría jurado que me encontraba llorando sangre.

—Jeon— le llamé, pero apenas podía decir una que otra palabra —perdóname.

Este pareció notar un extraño comportamiento de mi parte, pero en cuanto intento acercarse a mí volví a retroceder, pero esta vez extendiendo una de mis manos para que no se me acercara.

—¡N..no te acerques! sólo escúchame...

Me digné a mirarle a la cara, aún sintiendo ese ardor apoderarse de mis ojos me las arreglé para poder mirarlo.

Bien, te escucho— respondió sin expresión alguna. Su mirada volvía a ser fría y desolada.

Me tomó por sorpresa el hecho de que no se opusiera y decidiera escucharme, pero sabía que debía de hacer tomar precauciones y hablar lo antes posible para que la situación no fuera mucho más lejos de mi alcance.

—Lo lamento— jeon volvió a mirarme pero parecía haberse preocupado más ante lo que dije —esto es mi culpa, asumo la responsabilidad y créeme que esta situación no volverá a repetirse.

Jungkook parecía estar confundido. Su expresión lo delataba y el apretón de sus puños daba mucho para pensar... pero no era el momento.

Kim, ¿si recuerdas que eso fue por decisión propia... no?— preguntó, dando pasos cortos en mi dirección mientras mantenía la mirada firme sobre mí.

—Eso ya no importa. No importa si ambos aceptamos hacer esto, o si fue contra la voluntad del otro... ¡deberías de ver cuál es el verdadero problema y dejar de tomarlo a la ligera!— le grité.

Jeon parecía irritado. Cada que soltaba algo, su expresión cambiaba. Cada situación que se nos da, su comportamiento cambia. Todo de el cambia dependiendo como se de nuestra situación y la actitud que me mostraba en estos momentos no nos ayudaría en nada porque lo único que estaba logrando era hacerme enojar.

INTRUSO - KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora