Capítulo XV.

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Armando se sentía abrumado por todo lo que estaba viviendo ese día, pero más que nada por lo que dijo el doctor, tenía miedo por lo que pudiera pasarle a su pequeño.

A: doctor, pero no corre peligro mi chiquito, bueno quiero decir... ninguno de los tres.

Dr. Islas: los dos más grandes están bien les falta muy poco a sus pulmones, incluso lloran con fuerza, pero al pequeño le costarán un poco más de tiempo, tenemos que esperar que el medicamento haga su efecto.

DR.: Doctor al pequeño también podemos verlo.

Dr: islas: por el momento estará en terapia intermedia, para monitorearlo constantemente.

Armando no puede con esto y sus ojos se llenan de lágrimas, su madre lo toma de la cintura y él se abraza a ella.

Doña Julia está muy consternada también, no paraba de rezar mentalmente pidiendo que sus nietos estuvieran bien y que Betty lo tomara con calma.

Don Roberto frota su mano nervioso, se respiraba tensión y preocupación en ese momento, doña Margarita intentaba mantener la serenidad para apoyar a Armando que se acurrucaba en sus brazos.

Dr. Islas: tengamos fe que el pequeño reaccionará bien, y que pronto estará con sus hermanos, es cuestión de tiempo, cualquier cosa que necesiten aquí les dejo mi tarjeta, -se la extiende a Armando- no dude en llamarme, podrán ver al pequeño a través de la ventana, incluso su padre y porque no su madre también cuando pueda podrían entrar y hablarle eso da muy buenos resultados, él conoce su voz.

A: si doctor, yo quiero pasar a verlo.

Dr. Islas: en unas horas, por ahora será mejor que lo dejemos descansar, ya por la tarde podrá pasar, yo estoy aquí de planta, cualquier cosa me llama, ahora nos retiramos, con su permiso.

A: gracias a los dos, esperemos que mis hijos estén bien.

Se retiran los doctores, Armando no podía contener las lágrimas, la preocupación seguía latente y sin que pueda evitarlo las lágrimas corren por sus mejillas, aunque de inmediato se limpia con las manos.

DR: hijo tengamos fe, vamos a pedirle a Dios que pronto estén mis nietos juntos y bien.

DJ: mi Betty se pondrá muy nerviosa cuando sepa, y operada como está y con eso de su presión alta, Dios mío, ojalá mi muchachito se mejore, y que los tres puedan respirar solos sin ayuda.

N: si doña Julia, todos queremos eso, que se pongan bien y salgan de aquí los cuatro juntos, los chinos llorando fuerte serán los trillizos más guapos de Bogotá.

Nicolás intenta hacer el momento menos tenso de lo que está, ve las caras de todos con gesto de preocupación, y él no quiere ni imaginar el sufrimiento de Betty cuando se entere.

Armando piensa en Betty cuando le tenga que comentar el estado de salud de sus pequeños, y como bien dijo doña Julia, así como está en esos momentos, sin duda preguntará de inmediato por ellos, y él tendrá que decirle la verdad, con lo feliz que estaban y ahora todos con angustia, en esos pensamientos está cuando se acerca el Dr.Luis Aguirre.

LA: Roberto, Margarita comadre... ya me enteré, mira Armando ten paciencia he visto casos así de bebés que nacen antes de tiempo y con los días mejoran, el Dr. Islas es un gran médico él me informó del estado de tus hijos, él dice que con el medicamento el más pequeño saldrá adelante.

Armando se queda pensativo, ya no quiere que se refieran a su hijo como el pequeño, como el chiquito, si Betty ya le había dicho los nombres, y si mal no recordaba eran Armando, Alberto y Arturo, si el pequeño, su pequeño era Arturo.

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