RECHAZADA

Capítulo XVII

Armando estaba impactado al ver a su Betty con esa lencería que le quedaba de ensueño y saber que podían hacer el amor le sacó una sonrisa, hacía tanto tiempo que no lo hacía, su necesidad física él la solucionaba masturbándose en el baño por las noches, incluso lo hizo alguna vez en el baño de presidencia.

A: jajaja en serio ya puede mi doctora, pues entonces no perdamos más tiempo que mis caballeritos no tardarán en gritar.

B: pues sí, pero primero póngale seguro a la puerta doctor.

Armando corre a poner seguro y de inmediato se quita los zapatos, el saco, la corbata, y se desnuda ansioso, besa a Betty con desesperación, con deseo, la toma de la cintura y la va conduciendo a la cama.

B: tienes condones, recuerda que... sin globito no hay fiesta.

A: jajajaja eres una pequeña sinvergüenza, pero claro que tengo -se acerca al cajón del buró y saca una caja nueva que había comprado, para cuando se pudiera- le muestra uno.

B: muy bien ahora sí, ámame mi amor, te deseo tanto, extraño tu piel, pero primero... ¡apaga la luz!

A: no, estas bellisima y ¡¡yo quiero verte completita!! Recorrerte con mis manos mmm que piel tan suave tienes... ¡¡estás divina con este baby doll... me encantas!! Antes de quitártelo quiero verte, así que mi amor date la vuelta... -Betty cohibida gira lentamente, y Armando se percata que el bikini por detrás tenía un hueco con forma de corazón y eso lo enloquece, aumentando su deseo, ella camina sugestiva hacia él y lo besa apasionadamente- <<te deseo Beatriz Pinzón y ya no aguanto más, no quisiera desvestirte porque luces espectacular, pero ahora mismo te quitaré ese liguero con los dientes>> -Armando la besó por todo el cuerpo sobre el baby doll, ansioso, la va acercando a la cama y lentamente la recuesta, para de inmediato quitar el sujetador de las medias con los dientes, bajárselas para terminar quitándoselas y lanzarlas hacia atrás con sus manos, recorrió sus piernas con sus manos suavemente, cosa que provocaba que Betty sintiera como se erizaba su piel, y su cuerpo fuera pidiendo más, y poco a poco la desnudó, la acariciaba con las yemas de los dedos suavemente, Betty no quería que hubiera luz por la inseguridad de su cuerpo y cerró los ojos, Armando besó su vientre haciendo énfasis en su cicatriz y en sus estrías, tratando de devolverle seguridad, besó sus pechos pero al verlos agrietados se abstuvo de succionarlos, además no quería quitarle a sus pequeños su alimento, solo los acarició con sus manos y los frotaba suavemente, la besa introduciendo su lengua y simulando una penetración con ella, ya no aguantaba más así que toma un preservativo y se lo coloca, regresa a besarla, se acomoda y la penetra lentamente, y no tardó en empezar a mover su cadera a un ritmo que fue aumentando de lento a rápido, hasta que tensó su cuerpo poniendo los ojos en blanco al alcanzar el orgasmo tan anhelado, brotando involuntariamente unos gemidos que Armando acalla en el oído de Betty, ella con ese estímulo y al abrir los ojos y verlo en ese trance consiguió el suyo, hacía meses que no estaban juntos, así que fue especial para ellos esa noche, terminaron cansados, sudorosos, abrazados piel con piel mirándose a los ojos sin decir nada más... pasado un rato Armando rompe el silencio.

A: no te imaginas lo que esperé este momento, y cuánto te deseaba.

B: y yo, no te imaginas lo que te soñaba, lo que imaginaba estar así contigo, ser tuya... ¿te gustó mi cuerpo? está distinto al de antes ¿cierto? Ahora con la cicatriz, lleno de estrías y muy flácido.

A: me encanta tu cuerpo, sí es diferente, pero no cualquiera tiene en su vientre tres pequeños, tus pechos crecidos me encantan, pero por ahora son de mi Arturo, pero cuando se recupere bien, serán míos de nuevo, jajaja eres mi mujer... y te acepto así como estás, para mí, verte es el recordatorio que en este cuerpo se formaron mis hijos, te amo así, con tu cicatriz, con tus estrías, tienes una piel tan suave... no recuerdo que fuera así.