RECHAZADA

Capítulo XII.

Armando había ido con Betty a ver la casa de Antonieta la amiga de doña Margarita, a él le había gustado mucho, esa señora era refinada igual que sus gustos.

A: La casa es hermosa Antonieta, ¿qué opinas Betty, a ti qué te parece?

B: si es muy bonita, a mí me gusta. -respondió Betty tímidamente, ante la presencia de esa señora tan distinguida, se notaba que era amiga de doña Margarita, eran del mismo estilo-

AH: bueno Armando entonces yo estoy encantada si te decides a quedarte con ella, el precio me parece que es razonable, considerando la ubicación y su tamaño, tiene cuatro habitaciones con baño, un estudio muy amplio, sala, comedor, cocina, y el cuarto de servicio, una sola planta, para evitar subir y bajar escaleras yo les pedí eso a mis hijos, que no quería escalera, es peligroso y muy cansado, así que díganme que dicen ¿se animan?

A: lo sé Toni, y está bien de una sola planta, me comentó Cata que le interesa un apartamento y yo vendo el mío, ¿no quiere verlo? a lo mejor le interesa.

AH: ¿de verdad Armando? Pero yo lo conozco y me parece muy bonito, tiene buena ubicación y el edificio es semi nuevo, yo fui con Margarita cuando te entregaron los muebles, claro que me encantaría quedármelo, entonces podría tomarlo a cuenta y me pagas la diferencia ¿qué dices? Así me evito la molestia de ver otros.

A: acepto, el precio me parece razonable, le digo en cuanto está valuado mi apartamento en cuanto lo tenga, ¿qué opina?

Así, Armando consigue la casa para Betty y sus hijos, ella no podía creer nada de lo que pasaba en ese momento, pensar que estaba tan preocupada por no tener a donde ir, ahora todo cambió, ella ha permanecido en silencio, no ha dicho nada, la casa es hermosa y le pareció muy costosa considerando que ella no está acostumbrada a tanto lujo.

Esa mañana ha sentido a sus hijos muy inquietos, y está muy cansada, su mamá le llamó en la mañana para interesarse por su salud, y le dijo que estaba bien que no se preocupara, no le contó nada más, porque sabe que ahí está su padre enterándose de lo que hablan.

Se despidieron de la señora Antonieta, y van de regreso, Cata no fue con ellos, la llamaron de último momento un empresario de Cali que estaba ese día en Bogotá y quería negociar con ella un evento y les canceló la visita a ver la casa.

A: Betty vienes muy callada mi amor, ¿te sientes mal?, ¿mis hijos están bien? o qué pasa ¿no te gusta la casa princesa?

B: no Armando no es eso, claro que me gusta, tus hijos están bien, aunque estuvieron muy inquietos, yo solo me siento muy cansada, me duelen las piernas, la espalda, sin contar que quiero orinar a cada rato.

A: ¿pero están bien Betty?

B: si amor...

A: ¿Cómo? Repítemelo por favor.

B: que están bien.

A: eso no, no seas ingrata dímelo, dímelo por favor, me encanta escucharte decirlo.

B: están bien mi amor, ya... contento.

A: ajajajaja si princesa, gracias, gracias, te amo lo sabes, te amo.

Betty no puede sentirse más contenta al verlo al así, emocionado al escuchar que lo llama mi amor, de ahora en adelante lo llamara así más seguido.

B: me gustó la zona de la casa, me gusto que es de una sola planta, pero no me gusta que está retirada del centro y sobre todo lo costosa que es.

A: si no te gusta buscamos otra, pero olvídate lo que cuesta, ustedes se merecen lo mejor, déjame dárselos Betty, viste el jardín, me imaginé a mis tres mosqueteros correteando y me hace mucha ilusión, ¿a ti no?