Son las pequeñas cosas [LawLu]

2. No es un sueño.

Resumen:

—¿En qué estás pensando? —Law miró a Sombrero de Paja cuando habló, quien estaba de pie junto a él y masticaba ociosamente un hueso que hacía tiempo que ya no tenía carne. Suspiró, sintiéndose repentinamente muy cansado.

—En el futuro, supongo —dijo lentamente mientras se encogía de hombros. Ni siquiera él mismo estaba seguro de en qué estaba pensando.

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Mirando hacia el océano en dirección a Dressrosa, la cual estaba demasiado lejos ahora como para que se apreciara a simple vista, Law se preguntó qué iba a pasar ahora. Todo se sintió surrealista; no por el hecho de que estuviera a bordo de un barco tan atroz que bien podría ser un sueño febril, tampoco por el hecho de que la tripulación de dicho barco no debía haber sido capaz de escapar de su ciudad natal, mucho menos haber salido al Nuevo Mundo. No, se sintió así simplemente porque Law estaba allí, respirando el aire salado del océano y escuchando los sonidos de la fiesta detrás de él.

Porque Doflamingo fue derrotado, pero Law estaba ahí, vivo y relativamente ileso.

Anteriormente, Nico Robin le preguntó qué iba a hacer ahora, pero Law no tuvo una respuesta para ella. Solo pudo sonreír y decirle que lo dejara solo porque... porque no lo sabía. No sabía qué debía hacer, qué podía hacer, qué quería hacer. Nunca se había molestado en preguntarse qué podría haber después. Su mente siempre estuvo pensando en Doflamingo, pero ahora se había ido y Law no; le tomaría tiempo acostumbrarse a eso.

—¿En qué estás pensando? —Law miró a Sombrero de Paja cuando habló, quien estaba de pie junto a él y masticaba ociosamente un hueso que hacía tiempo que ya no tenía carne. Suspiró, sintiéndose repentinamente muy cansado.

—En el futuro, supongo —dijo lentamente mientras se encogía de hombros. Ni siquiera él mismo estaba seguro de en qué estaba pensando.

Luffy tarareó, saltando para sentarse en la barandilla del barco, y Law tuvo que reprimir el impulso de agarrar su brazo y arrastrarlo hacia abajo para que no cayera al agua debajo de ellos.

«Este idiota realmente tiene un deseo de muerte, ¿no?».

Pateando perezosamente con los pies de un lado a otro, Sombrero de Paja le frunció el ceño antes de abrir la boca para responder: —¿Ya estás haciendo planes para atacar a Kaido? Torao, realmente necesitas relajarte de vez en cuando.

Law soltó una carcajada, sacudiendo la cabeza ante lo simple que le parecía todo al otro pirata. Era... un poco refrescante.

—Claro, vamos a suponer que era eso.

—¿Entonces qué era? —Sombrero de Paja ladeó la cabeza hacia un lado mientras lo miraba, su ceño se profundizó un poco.

Una sonrisa irónica tiró de los labios de Law y miró hacia atrás en dirección a Dressrosa. Estaba tan lejos del horizonte ahora que ya ni siquiera estaba seguro de estar mirando en la dirección correcta.

—Solo me preguntaba qué hacer después de Kaido —dijo, finalmente, con voz tranquila.

—Quédate conmigo —dijo Luffy con tal firmeza que Law quiso golpearlo.

—No formaré parte de tu tripulación —le recordó con total naturalidad.

—Pero podrías —sonrió Sombrero de Paja.

Law le lanzó la mirada menos impresionada que pudo reunir antes de que se negara rotundamente. Ni de broma iba a unirse a la tripulación de otra persona. Puede que esté un poco perdido en este momento, pero él era capitán y no estaba dispuesto a dejar que nadie le dijera qué hacer, muchas gracias.