Son las pequeñas cosas [LawLu]

11. Por favor, no preguntes.

Resumen:

Cuando el Capitán decidió que irían a la tienda de humanos en Sabaody, Shachi no esperaba que pasara nada emocionante. Al fin y al cabo, ¿qué podría ocurrir con los Tenryūbito dentro?

Realmente no contaba con que un pez volador atravesara el techo y pusiera el maldito mundo patas arriba.

Resumen alternativo:

—Está coqueteando, oh dios mío, está coqueteando, ¡ayuda...!

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Cuando el Capitán decidió que irían a la tienda de humanos en Sabaody, Shachi no esperaba que sucediera nada, aparte de sentirse enfermo por todo el asunto. Pensó que simplemente se quedarían allí un rato, verían qué tipo de personas jodidas compraban esclavos y luego se irían.

Que un pez volador atravesara el techo y Mugiwara no Luffy golpeara en la cara a un Tenryūbito como un absoluto lunático... bueno, eso fue una completa sorpresa. ¿Y que el jodido Rey Oscuro Rayleigh entrara después de hacer un agujero en el escenario como si fuera un miércoles normal...?

Ahí fue cuando Shachi dejó de intentar darle sentido a lo que demonios estuviera sucediendo.

Penguin, sin embargo, parecía tener más resistencia que él.

—Oye, Shachi, ¿ves eso? —preguntó, la urgencia en su voz resaltada por el codo que hundió en el estómago de Shachi.

—¿Ver qué? —Shachi respondió entre dientes, lanzándole una mirada fulminante a su compañero. —¿Al jodido Rey Oscuro? ¿A todas las personas que dejó inconscientes? ¡¿El puto collar que arrancó con sus propias manos desnudas?!

—¡No, idiota! —Penguin le agarró el brazo, sacudiéndolo un poco como si eso hiciera que viera dentro de su cabeza o algo así.

Shachi no tenía ni idea de cuál era su problema. Quería apartarlo, decirle que se callara para poder intentar prestar atención a lo que estaba pasando, pero entonces Penguin señaló algo y cuando la mirada de Shachi siguió en esa dirección...

Allí estaba el Capitán.

El Capitán que estaba con la mirada fija hacia adelante... pero no a Rayleigh.

En lugar de eso, estaba mirando a Mugiwara no Luffy, con una pequeña sonrisa en los labios y con una expresión completamente cautivada.

—Oh, dios mío —murmuró Shachi en voz baja.

—Sí —estuvo de acuerdo Penguin, sin necesidad de escuchar lo que Shachi estaba pensando, aunque Shachi ni siquiera estaba del todo seguro de lo que él mismo estaba pensando.

Pero, al ver al jodido Trafalgar D. Water Law y observar la mirada suave en su rostro mientras seguía cada movimiento de Mugiwara, los pequeños signos en su lenguaje corporal...

Nunca había visto al Capitán tan cautivado por alguien antes.

Demonios, nunca lo había visto cautivado por nadie, y punto. Solo dios sabe cuánta gente lo ha intentado.

No, no estaba celoso. Nop.

Para nada.

Bueno, tal vez solo un poquito...

Lo que sea.

Pero, para horror de Shachi, la suave —si bien espeluznante—, sonrisa que Law le estaba dando al otro pirata no fue el final. Oh, no, solo era el principio.