2: ¿Cómo se siente ser diferente a mí?

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Warren

Estoy a punto de apagar el foco para irme a la cama cuando escucho un par de golpes en la ventana, frunzo el ceño asumiendo que habrá sido mi imaginación, pero aún así no apago la luz y me dirijo hacia ella, pongo los ojos en blanco cuando me doy cuenta que es Jeremiah, así que le abro y dejo que pase a mi habitación.

—¿Qué demonios crees que haces?

—¡Lo siento! Todavía no me acostumbro ¿Si? Sigo yendo hacia allá en lugar de hacia acá y —agita las manos restándole importancia—, no importa, te prometo que no vuelve a pasar.

—No me voy a tragar ese cuento ¿Dónde estabas? Mi mamá estaba preocupada.

Se detiene y puedo notar confusión en su mirada, luego sonríe como si creyera que estoy bromeando, pero no lo hago, me mantengo serio, con los brazos cruzados sobre el pecho para que sepa que no estoy jugando, sigue luciendo incrédulo, como si fuera difícil aceptar que alguien se está preocupando por él, vuelve a disculparse, parece que en esa ocasión va en serio, le digo que eso debería decírselo a ella y no a mí.

—De cualquier modo ¿Qué tanto haces afuera? —Su respuesta es alzarse de hombros, como si no fuera su propia vida de la que estamos hablando— ¿Qué quieres decir con...? —Imito su acción y eso parece causarle gracia.

—Quiero decir que no hago nada en realidad —Se sienta sobre mi cama justo cuando estaba a punto de decirle que se fuera a su habitación—, estaba con Sean —explica por fin, casi todo el tiempo está con él, me sorprendería si tuviese más amigos además de él, Will y yo—, dijo que estuviste actuando raro ayer y bueno, tiene razón ¿Qué te pasaba? Estabas más... Warren de lo normal.

Siento que todo el cuerpo se me tensa, dirijo mi vista hacia la ventana que ahora está cerrada, quizás debí haber dejado que se quedara afuera y fingir que no lo escuche; tomo su brazo y le digo que es hora de que se vaya a dormir, intenta soltarse de mi agarre, diciéndome cosas como que no vuelve a preocuparse por mí, pero no me importa, yo no quiero que los demás se preocupen por mí, abro la puerta de mi cuarto y lo empujo al pasillo.

—Buenas noches.

—Vete a la mierda.

—Para la próxima te quedas a dormir en el patio —Le cierro la puerta en la cara antes de suspirar, demasiado cansado para soportar sus tonterías.

Apago la luz antes de dejarme caer sobre la cama, espero no despertar en la mañana, no estoy de humor para aguantar otro día de clases y todavía falta más de un mes para que las vacaciones lleguen, Will dice que el tiempo pasará volando, pero ambos sabemos que tanto para él como para mí todo esto se siente como una eternidad. Tomé mi almohada y la abracé con más fuerza de la necesaria, me pregunto cómo será el futuro para mí, para nosotros, si las cosas seguirán igual, si las personas que están conmigo se quedarán a mi lado, nunca admitiría en voz alta el miedo que tengo a quedarme solo, a perder todo lo que tengo ahora, antes no importaba, solo éramos mi madre y yo, pero ahora hay mucho más que eso.

Me río antes de hundir mi cabeza contra la almohada y ahogar un quejido, en qué universo me habría imaginado que el hijo del comandante sería tan importante en mi vida, en qué realidad habría creído que estaría rodeado de tantas personas a las que puedo considerar amigos, me hace sentir enfermo, como si hubiese traicionado a mi yo del pasado, si se encontrara conmigo seguro creería que soy un imbécil y no me culparía, porque quizás tenga razón, tal vez las cosas eran mejores cuando yo era el único involucrado en mis emociones, ocultarle a las personas como me siento ahora se ha vuelto mucho más complicado y tendré que hallar una manera de solucionarlo, si pude hacerlo una vez podré hacerlo de nuevo, no necesito molestar a otros con problemas que no son de su incumbencia y sé que me estoy negando a aceptar que una parte de mí detesta la posibilidad de que no le den la importancia que todo esto tiene para mí, por más que se esfuercen, sé que jamás conseguirán comprenderlo y es frustrante, porque no es su culpa, pero no necesito palabras de aliento de nadie, siempre dicen lo mismo, palabras que se repiten tanto a lo largo de tu vida que se empiezan a sentir como si las encajaran en tu cabeza con martillo y cincel.

BE QUIET AND DRIVE | will x warrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora