BE QUIET AND DRIVE | will x warren

3: Cuanto más crezco

Will

—¿Qué tanto crees que me cueste romperme un hueso? —pregunto mientras miro mis brazos extendidos encima de mí.

Estábamos en la habitación de Layla, ella terminaba de armar su atuendo para la cita que iba a tener con su novia dentro de unas horas, pude notar como se giraba de golpe para verme, no me había dado cuenta del peso de mis palabras hasta que le dirigí la mirada y noté la preocupación en su rostro, bajé los brazos para apoyarme con ellos y sentarme en la cama.

—Lo siento, no fue eso lo que quise decir.

—Bien, te creo, tú no sueles ser muy bueno con las palabras, pero aún así ¿Qué rayos querías decir con algo como eso?

Me encojo de hombros, siendo sincero no estaba seguro de qué cruzaba por mi mente, fue la respuesta más rápida al hecho de que no tenía ánimos para ir a la escuela mañana, una excusa válida que me permitiría quedarme en casa, aunque quizás la opción de un resfriado era más factible, mamá siempre había sido buena para descubrir cuando le estaba mintiendo respecto a estar enfermo, no podía arriesgarme a eso, romperme un hueso era demasiado complicado, me preguntaba si en realidad había alguna manera de conseguirlo luego de haber obtenido súper resistencia.

—No tengo ánimos de ir a clases mañana.

—Hay mejores maneras de evitarlo que intentar romperte un hueso.

—¡No planeaba hacerlo!

Me vuelvo a dejar caer sobre la cama, siento que nada de esto tiene sentido, nunca esperé que la escuela fuera algo bueno, pero esas últimas semanas las cosas se han vuelto casi insoportables, si tuviera que contar las veces en las que logro hacer las cosas bien y la respuesta automática de mis profesores es hablar de mis padres me harían falta dedos, también he sido seleccionado para participar en salvar al ciudadano más veces de las que me gustaría, cada que escucho mi nombre siento como si un enorme peso me aplastara, algo que consigue doblegar mi súper fuerza; a veces desearía haber no obtenido mis poderes, la idea de quedarme en la clase de héroes de apoyo no suena tan mal mirando hacia atrás, Layla parece estar bastante contenta ahí, supongo que es porque todos nuestros amigos la acompañan, mientras tanto yo tengo a Warren de mi lado, pero por desgracia ni siquiera asistimos al mismo grado.

—Warren se gradúa el año que viene —digo de la nada, no sé por qué lo hago, creo que comencé a sentirme mal, no es que vayamos a dejar de vernos, pero no poder estar con él en la escuela será un martirio.

—Oh, cierto, a veces olvido que es mayor que nosotros —Layla se queda pensativa por unos segundos— ¿Estás preocupado por eso?

—Creo que me acostumbré a que estemos juntos, no sé cómo será ahora que se vaya, la escuela seguro será diferente.

—Tal vez, pero será solo un año y todos seremos libres de ese lugar, al menos ha habido un cambio ¿No? Tratan mejor a los héroes de apoyo, conseguí que incluyeran un menú vegetariano, incluso han contratado profesores más competentes; sería triste saber que nos fuimos de ese lugar y que todo siguiera igual.

Una sonrisa se asoma en mis labios, supongo que tiene razón, me gustaría poder hacer más, quisiera que dejara de existir esa división entre héroes y asistentes, pero todavía no tengo el suficiente poder en mis manos para conseguir algo así, tal vez cuando me convierta en el héroe número uno comiencen a escuchar, por ahora solo soy el hijo del comandante lo cual al menos me ayuda a conseguir un asiento en el autobús o que los profesores me crean las mentiras con más facilidad, claro que esa es una mejor ventaja para mis amigos que para mí, casi no suelo hacer cosas que me hagan meterme en problemas, lo último que necesito es un sermón de mi padre sobre como esas no son las actitudes de un Stronghold o alguna cosa así, diría lo mismo de siempre, lo único que le preocupa es que termine manchando su apellido.