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—Hola Sasha, ¿cómo estás?

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—Hola Sasha, ¿cómo estás?

Sasha Waybright le sonrió a Anne como si nada, sentándose frente a ella con Alice en sus brazos, la niña sorbiendo su nariz llena de mocos, mirándola con ojos llorosos.

—Alice no ha mejorado desde la última vez que nos vimos—dijo Sasha con su voz teñida de pena—, ya me esta poniendo nerviosa, ¿y si empeora, Anne?

—Oye, tranquila, Sashanie—trató de consolar Anne poniéndose de pie—. Vamos, Alice, ¿confías en la tía Anne?

—Sí—lloriqueó Alice dejando que Anne la tomara en brazos.

Silenciosamente, Anne empezó a revisar a la niña con el ceño fruncido en concentración, preguntándole dónde era qué le dolía más y consultándole a Sasha ciertas cosas. Luego de diez minutos examinando a la menor, Anne suspiro y le dijo a Sasha que al parecer la amigdalitis de Alice había derivado a una pequeña sinusitis bacteriana aguda.

—Tendrá que tomar antibióticos por una semana y media—le dijo a Sasha anotando los nombres de los remedios en la receta—, luego la volveré a evaluar. Ya te vas a poner mejor, Alice, y podrás corretear en el parque.

Anne hizo amago de caminar hacia la puerta para abrirla, sin embargo, antes de poder hacerlo, Sasha tomo su brazo deteniéndola en el acto. La miró, con una ceja enarcada por la intriga, para luego sentir su garganta seca al notar los ojos suplicantes de Sasha.

—Anne Banana... Umm...—comenzó a decir Sasha con timidez—, yo... Te quería preguntar sobre lo ocurrido con tu ex esposa. Se que no debo meterme, pero...

—Oh—Anne se removió, incómoda, mordiendo su labio inferior—. Bueno, Marcy y yo... No estamos dando una nueva oportunidad.

La mirada de Sasha pareció apagarse ante las palabras de Anne, y sin saber por que, se sintió culpable. Quería que Sasha no se hiciera ilusiones con ella, que no la esperara, pero tampoco se sentía capaz de intervenir en su corazón de esa forma porque, por mucho que quisiera que Sasha no la mirara de esa forma, ella no podía decidir por ella.

—¿Estás segura?—levantó la vista ante el tono serio de Sasha—. Tú dijiste que Marcy ya no te amaba. Entonces, ¿estás segura de que vale la pena darle una oportunidad a alguien que dejo de amarte?

Sabía que Sasha no lo hacía con mala intención, que debía estar preocupada por ella, que no quería verla pasándola mal-eran, después de todo, las mismas palabras que Amity y Luz le dijeron dos días atrás, pero eso no lo hacía más fácil.

Todo el mundo creía que Marcy no la merecía, y pueden qué tuvieran razón, pero el mundo no se trataba de dar oportunidades a personas que realmente lo merezcan y quitarselas a quienes no valían la pena.

No, Marcy no merecía que estuviera haciendo esto por ella, pero Anne la amaba con tanta fuerza, con tanta desesperación, sentía un amor inmenso por ella, un apego tan enorme por esa mujer, que sentía que debía hacerlo.

Apego [Marcanne]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora