07 [Esto no es tan común]

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Mi obsesión por él cada día se fortalecería pero, algo que me aterraba. Era el solo pensamiento de que todo ese juego que tenía montado se fuera a la mierda por algún otro sentimiento.





Me encontraba caminando con Serena mientras parecía que me estuviese encuellando porqué seguía con su agarré con su brazo sobre mis hombros y tomando mi cuello. Ya estabamos a las afueras de la escuela, solo notaba a multitudes de adolescentes y jóvenes saliendo de su hormiguero, literalmente. Pero ni fijarme bien pude porque serena no me soltaba de su agarré y ya me tenía algo molesta.

--- ¡Que me vas a horcar! Suelta ya, ¡Dios! ---Dije mientras quitaba su brazo con brusquedad, que todo el caminó hasta la salida me mantuvo así, toda una molestia para mi y no paraba.

--- Hey relájate, sabes que siempre lo hago, igual ya tengo que irme a casa ---solo asentí para acercarme y brindarle un pequeño y corto beso.

Ya era algo común entre nosotras darnos besos de despedidas, aunque a muchos del alrededor les parezca extraño, es algo común aquí en Estados Unidos, no entiendo porque algunos aún se sorprenden. Si Tom lo viera tal vez si le sorprendería porque es de Alemania pero estos ¡putos ridículos! ¿De qué se irritan?.

Solo observé unos segundos a Serena irse para comenzar mi caminó hacía mi estupenda casa, pero en realidad mis ganas de ir eran porque ya no podía con el hambre, la comida era lo que deseaba allí mismo, pero Tom no se quedaba atrás.

Mientras estaba a tan solo casas para llegar a la mía, no pude evitar notar la presencia de la persona que yo menos pensaba que podría ver esta tardé.

Estaba algo tensa, ya no lograba ver muy bien por las lágrimas acumuladas en mis ojos. Ni puedo saber como mi cuerpo estaba en pie.

--- ¿E-ese es Tom con Scarlett? ---Me pregunté a mi misma para comenzar a tomar paso hacía los dos.

Pero ya ni hablar bien lograría, pronto sentí un gran dolor en el pecho, una furia que me mataría de lo fuerte que era.

Pude ver como esa ¡puta!, Esa desgraciada mujer se abalanzó a besar a Tom. Parece que ella busca destruir cada relación con alguien que me interesa, primero mi ''padre'' y ahora Tom. Pero es que a Tom no lo soltaré por nada, así que mejor que se prepare.

--- Bravo... bravo, que parejita, nunca los imaginé, Tom no pensé que te gustaran las golfas. ---dije mientras aplaudía consecutivamente mientras les daba una sonrisa, pero esa sonrisa contenía todo lo contrarío a una sonrisa amistosa, por el odió con el que la daba.

Si cuando se quedó con mi ''padre'' no pude hacer nada, ni decirle lo que tendría, ahora si que puedo. Su rostro no lo olvidó desde ese día, ya tenía catorce años cuando pude reconocerla y darme cuenta de lo perra que era, y poder ver como mi supuesto padre la elegía antes que a mi madre y a mi.

Inmediatamente Tom la alejó de ella para poder observarme e intentar hablar, pero la cosa que tuvo que hacer desde que ella lo beso, no lo hizo, pero entiendo porqué no se alejó, esa regalada estaba aferrada a el con demasiada fuerza, ese beso fue una mierda.

--- Natta, esto no es lo que piensas, hablemos adentró, ¡esta ya se va!. ---pude notar como el se miraba algo preocupado por lo yo que pensará, y algo molesto por lo que la chica hizo, pero lo intentaba ocultar para mantener la calma, y ahora no niego que me alegra eso, y me alegraba aún más que me llamará por mi apodó.

Wicked Game | Tom Kaulitz +16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora