10 [No te dejaré...] +16

86 3 0
                                    

Siempre fui lastimada y amordazada, hasta que llegó el tiempo donde decidí hacer algo diferente, y justo ahí, en ese momento fue cuando mi mente comprendió que no merecía sentirme amada porque era igual a esa persona.



















Renatta

Allí estaba, totalmente decidida a él, en mis propios y verdaderos pensamientos. No me importaba si estuviera mal, ahora logré ceder a mi lado oscuro y no había nadie que logrará sacarme de ese profundo y oscuro lugar. -¿Por qué?- Porque soy una maldita perra que solo quiere el retorcido amor y aceptación para sentirme feliz.

Una sonrisa llena de satisfacción se formó en mis labios después de alejarme de su rostro. Su expresión era casi indescifrable, pero podía jurar que el temía por lo sucedido pero no podía evitarlo.

-Renatta... siempre deseé hacer esto, eras una retorcida tentación para mí -murmuro acercándose a mi oído, tomando un mechón de mi ondulado cabello-

Sus palabras me dejaron inmóvil por unos pocos segundos, mi mirada se poso en sus manos que cada vez se encontraban más cerca de mi espalda baja. Lo sabía, siempre quise este juego, pero ahora tengo que manejarlo, ahora no logró estar segura si en verdad quiero pasar a ese lado. Aceptar el sucio juego, la oscuridad más retorcida.

Ninguno de los anteriores engaños de mi parte hacía mi madre, me habrían importado sino fuera porque este realmente le importa, o eso creó.

-Eres un sucio juego... Pero eso me atrae cada vez más, te deseó. -sucumbi al deseó, a los oscuros pensamientos, tomando apresuradamente su cuello. -Aceptó.

Su cuerpo parecía más estable que el mío. Creó que si me soltará de su fuerte agarré caería de inmediato, y eso es lo que más lograba extrañarme, -yo y él- en verdad estaba sucediendo eso, lo que quise y quiero pero.

-Deja de pensar Natta, no hay ningún pero, solo somos nosotros ahora. -se acercó dándome un pequeño beso en mi frente, intentando calmarme-

-¿Crees que soy buena? no estoy segura de ser una buena persona... pero sí una mala hija-llevaba demasiado tiempo pensando en eso, mi cuerpo se balanceó automáticamente a su pecho, podía sentir sus respiraciones, eran profundas pero no más que las mías. Pero no había nada más que pensar, ya había caído ante él hace mucho solo tenía que aceptarlo en verdad.

...


















Tom

Sentirla, verla y desearle de la forma en la que lo hacía estaba mal, pero ella había empezado todo esto, esa noche en el restaurante cuando la conocí. Traté y evité sentir esto por ella pero es tan mi gusto; tan mi dulce y retorcida fantasía. Con tan solo imaginarme cada parte de ella podía dejar de sentir remordimiento, ella me a vuelto a convertir en el Tom de hace años atrás. Ese chico mujeriego, amante de todas, pícaro y amante de los juegos y riesgos, así es, ella conlleva todo lo que siempre quise y no quise aceptar.

-Eres perfecta para mí, no importa sí esto está tan prohibido que si alguien nos atrapara nos matarían, no me importa, porque quiero hacerlo contigo. -dije con fugor tomando su cuello para besarla continuamente, fuí correspondido al instante con una guerra de lenguas. Ella suspiraba con irregularidad, su rostro lucía avergonzado, toda esta situación era mal vista pero que bien que solo nuestras miradas lo guardarían.

Wicked Game | Tom Kaulitz +16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora