ven

3.3K 396 12
                                    


Sábado por la mañana.

Un pingüino para intentar enamorar y saber que a quién el quiere que sea su pareja hasta su muerte, debe darle la piedra más hermosa de todas.

Pueden pasar horas escogiendo la piedra más hermosa hasta estar seguros de que es la correcta y finalmente dársela.

Jimin estaba ahí, frente a la puerta de la casa de jungkook con los nervios a flor de piel.

Estaba debatiéndose si fue buena idea obligar a yoongi estar horas intentando escoger que ponerse y el regalo que le daría al llegar a su casa.

Jimin toco el timbre de la casa, sabía que sus padres de jungkook estaban trabajando así que no se preocupó por eso.

Un pingüino para saber que es aceptado debe poner la piedra escogida en las patitas de quién quiere.

Jungkook se asusto con el timbre porque sabía que era jimin y rápido se levanto y acomodó la ropa y cabello mientras bajaba rápidamente a la puerta de entrada.

Al pingüino que se le da la piedra, si la agarra con su pico significa que la acepta, si no lo hace entonces el cortejo no puede tener éxito.

Jimin se paro firmé con el regalo en mano mientras jungkook abría la puerta para encontrar a jimin más arreglado de lo usual.

Si el pingüino acepta la piedra es porque ama al otro y está de acuerdo a tener toda su vida junto a el hasta morir.

Jungkook se sonrojó al ver a jimin con una sonrisa y un bonito regalo en sus manos el cual extendió a jungkook.

Hola kookie bonito, te traje algo espero te guste lindo —jungkook recibió el regalo demasiado embobado por su sonrisa.

G-gracias... es muy lindo —sonrió enternecido por el esfuerzo del omega— adelanté pasa —se hizo a un lado dejando entrar a jimin.

No me agradezcas, quería darte algo bonito como tu —sonrió entrando a la casa.

Ambos se fueron directo a la habitación de jungkook y jimin observó a detalle el lugar.

Puedes sentarte jiminshi siéntete como en tu casa —jungkook sonrió dejándo con cuidado el regalo mientras jimin se sentó en la cama muy a gustó.

Gracias lindo —le sonrió viéndolo muy atento— no hay nadie en casa ¿verdad? —pregunto curioso aunque sabía la respuesta.

No hay nadie, estamos solo nosotros, no te preocupes mis papás no les molesta que venga gente a la casa —jimin asintió atento a el.

Entonces.... ¿puedo comerte a besos? —pregunto en un tono sugerente mientras miraba a jungkook— me gusta comerte a besos.

Jungkook se sonrojó en todos los tonos de rojo posibles y jimin no pudo evitar reír un poco.

N-no digas eso, yo creo todo lo que dices —no pudo evitar tartamudear y eso entretenía a jimin.

Umm debes creerme porque lo voy a hacer —le sonrió sugerente a jungkook y este se sentó a un lado de el todo sonrojado pero mirándolo fijamente.

Jimin lo miraba atento y no pudo evitar soltar feromonas para ver como reaccionaba jungkook a el.

Pronto a jungkook le empezó a llegar en aroma de jimin el cual no pudo evitar disfrutar ese dulce aroma que solo jimin tenía.

Su temperatura corporal estaba en aumentó sudando poco a poco, cosa que jimin notó al instante.

¿Estás bien kookie? —comento en forma de gemido, solo para ver la reacción de jungkook la cual era increíble.

S-si... estoy bien yo-... tengo calor —no podía verlo, no debía o no sabría que hacer.

Si jimin hacía otra cosa jungkook se abalanzaria a jimin para comerlo y no de forma decente.

Como se podría aguantar si jimin aumentaba la intensidad de las feromonas y poco a poco se acercaba a jungkook y este estaba perdiendo la poca cordura.

Todos sus impulsos estaban cediendo demasiado rápido a el llamado discreto de ese sexy y tierno omega que estaba justo enfrenté de el a escasos centímetros de el.

Liberando feromonas.

Con esa mirada.

Todo en el lo volvía loco.

A su lobo lo volvía loco.

J-jimin... —lo tomo del mentón para acercarlo a el hasta rozar sus labios.

Jimin estaba feliz, sabía que jungkook sentía algo por el y estaba cediendo cada vez más a el.

Perdón.... no puedo —cerro los ojos y se aparto pasando sus manos a su cabello para ordenar sus hormonas y su lobo aunque fuera un poco— P-perdón yo... y-yo no estoy bien.

El omega le resultó lindo en cierta forma.

Kookie... quiero todo contigo — lo tomo de las mejillas para darle un beso lleno de amor — todo... contigo, yo te quiero a ti.

Sonrió y jungkook ya no se aguanto a nada, tenía el permiso del omega y el también lo quería, todo, lo quería a el.

Ese omega que lo volvió loco en pocas semanas y tenía ahora en su habitación.

Jimin... dios que voy a hacer contigo —lo tomo de la cintura para darle un beso y recostarlo en su cama con delicadeza quedando encima de el.

A su merced....

Pronto esos besos se convirtieron en jadeos y suspiros por parte del omega al recibir besos en su cuello por parte de jungkook que disfrutaba escucharlo.

K-kokie~.... —jimin intentaba formular palabras pero le costaba.

Le costaba más si tenía a jungkook encima dándole besos en todo su cuello hasta llegar a mordidas leves que dejaban marcas pequeñas.

Shh... haré que te sientas bien lo prometo bonito —le dío una dulce sonrisa, que le dío mucha confianza a jimin.

Se sentía protegido, seguro con jungkook.

Kookie~ —jadeo su nombre con amor, sentimiento por el gran avancé que tuvo en poco tiempo— t-te necesito~

Jungkook al escucharlo no aguanto, liberó sus feromonas intentando calmar a jimin.

Tranquilo bonito, yo me encargo —le repartió besos por su rostro— te haré sentir bien te lo prometo mi lindo omega.

Jimin estaba en las nubes por los besos y caricias que dejaba jungkook en su cuerpo sumando su aroma combinado con el suyo.

Estaba protegido en el, le daba seguridad y  se sentía bien con el.

Podía confiar en el y que estaría a salvo sin ningún riesgo.

Podía confiar en el así como jungkook en jimin.



Podía confiar en el así como jungkook en jimin

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝘮𝘪 𝘢𝘭𝘧𝘢 𝘣𝘰𝘯𝘪𝘵𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora