CAPITULO 6

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ALESSIA

Me encontraba con Laura en la cafetería de la universidad, habíamos terminado las clases y agradecía eso. La semana había ido de la mierda. Con las constantes peleas con el imbécil de Lucifer, las constantes tareas que me dejaban en las clases, el extrañar a mi novio, y todas mis emociones al límite, me sentía agotada.

Lucifer no dejaba de hacerme desaires, ni siquiera sabia porque le desagradaba tanto, cada vez que su amigo el pelirrojo intentaba acercarse a Laura y a mi este hacia cualquier comentario burdo o simplemente nos ignoraba olímpicamente. Dejé el tema de que fue el que me salvó aquella noche, ya que cuando hacía mención del suceso me trabaja de loca, acosadora, maniática, me decía que era como rara y que dejara de intentar ligar con él – Como si el imbécil me gustara – Lo que tiene que guapo, lo tiene de arrogante, egocéntrico, pedante, narcisista, no es nada amable, cree que él mundo gira en torno a él y que los demás simplemente vivimos arrendados.

Comenzaba a fastidiarme su manera tan hijo de puta de ser. No entiendo como todas las mujeres se mueren porque se las folle, a mi parecer, no lo hace tambien, debe tenerla hasta chiquita y eso lo compensa con su enorme ego.

-¿En qué tanto piensas Ale? – La voz de Lau, me sacó de mis vagos pensamientos.

Aclaré mi garganta, no queria decirle que mi mente se había ido a la manera en que Lucifer follaba.

-¡Nada, en especial! Estoy agotada, extraño y mi novio y quiero salir a bailar.

Le respondo encogiéndome de hombros.

-Lo de salir a bailar puedo solucionarlo – Hizo el gesto como si estuviera pensando – Lo de tu novio si me queda difícil.

-Con que soluciones lo de salir a bailar está bien.

Le respondí con una gran sonrisa. Me encantaba bailar.

-¿Quién irá a bailar? Y sobre todo ¿Quién tiene novio? – La voz del pelirrojo se hizo sentir.

Venia solo, era un milagro, ya que no se le despegaba a Lucifer ni para ir al baño. El chico tomó asiento al lado de Lau, al parecer le agradaba mi amiga, porque siempre la veía de una manera especial, la contemplaba, la admiraba, era como si cada vez que ella hablara o hiciera alguna acción este se hipnotizara con ella.

-Ale tiene novio y quiere ir a bailar.

Vi el gesto de desagrado por lo primero que dijo Lau, pero lo ignoré.

-Que mal que tengas novio – Me dice con esa sonrisa coqueta que suele poner.

-Pensé que te gustaba Lau – Le digo divertida.

Veo como se ahoga con lo que sea que esté tomando, se pone incómodo y su rostro se torna rojo. Laura suelta a carcajada.

-No sé de qué me hablas... - Aclara su garganta – Ambas son hermosas. Asi que no es pecado mirarlas y contemplarlas.

-¡Ah! Entonces pensé mal – Le digo con una sonrisa en el rostro.

-Podemos ir a bailar, conozco un buen lugar, yo las paso a recoger – Intenta cambiar el tema.

Hago un gesto de desagrado, si él va, eso significa que Lucifer tambien iría, y no tengo ganas de soportar sus estupideces.

-¿Quieres? – Laura me mira con ojos de cachorro a medio morir.

Sé que a ella tambien le agrada el pelirrojo, se le nota, solo que ambos son tan tercos o son ciegos que no se dan cuentan.

-Está bien – Me levanto del asiento – Pasen por mí a las 09:00 p.m.

LUCIFERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora