CAPITULO 7

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ALESSIA

Me encontraba tirada en mi cama. después de una tarde de recorrer todas las tiendas del centro comercial buscando algo que me gustara, horas y horas, pude encontrar algo que me encantara.

No había podido sacar la imagen de Lucifer de mi cabeza y me odiaba por eso, escuchar sus gemidos, verlo como embestidas con esa brutalidad de un animal salvaje, esos hermosos ojos grises lleno de deseo y placer, hizo que mi cabeza se hiciera un lio.

Paso las manos por mi cara.

Tengo que volver en sí, tengo novio, lo amo y lo extraño y no se ve bien que esté pensando en la enorme polla de otro hombre - ¿Cuánto le medirá? – Por lo poco que puede ver es grande y gruesa.

Puede medir unos 26 cm.

Dios esa cosa atraviesa a cualquier mujer, entiendo porque ahora todas las chicas se mueren por ser folladas por él.

¿Qué te pasa Alessia? Reacciona.

Tengo que dejar de pensar en eso. Tengo que irme a bañar con agua fría para que la calentura se me baje, además de que debo alistarme, ya son las 07:00 p.m. y los chicos pasan en dos horas por mí.

Mi padre no queria dejar salir, así que me tocó rogarle. Dijo que enviaría a alguien conmigo para que estuviera pendiente de mí. Me costó horrores aceptar, porque no me gusta tener seguridad, pero accedí porque sé que desde que intentaron secuestrarme anda paranoico.

Le pedí que no notara que la persona estaba allí, aceptó. Dijo que la persona que enviaba era como una sombra, así que, eso me tranquilizó un poco, quiero disfrutar de mi noche, mover el cuerpo y beber todo lo que pueda.

Entré en la ducha, dejé que el agua fría recorriera mi cuerpo, tomé un poco de gel de ducha y con mis delicadas manos me lo esparcí en todo mi cuerpo, masajeaba mis pechos, con una mano y con la otra baja lentamente hasta mi centro.

-¿Te gusta lo que ves?

-Te hice una pregunta ¿Te gusta lo que ves?

-¿Te quedaste muda principessa?

De golpe abro mis ojos, su maldita voz está aún presente en mi cabeza. Termino de ducharme, me cubro con la bata de baño y salgo a mi habitación.

En la cama reposa el vestido que me pondré hoy. Es un vestido de seda blanco, bastante corto, deja expuesta mis torneadas pierdas, tiene una gran abertura en la espalda y solo la decora una sutil cadena, en la parte de adelante, su corte tapa mi pecho. Se ajusta perfectamente a mi figura.

Decido dejarme el cabello suelto, en ondas, un maquilla ahumado para acentuar mis ojos azules, zapatos altos y estoy lista.

Lau me avisa que ya se encuentran en la entrada de mi casa esperando por mí, así que, me apresuro a salir.

Al llegar veo el auto de Antoni. Los saludo al acércame y me subo en él.

-¡De aquí hasta las 06:00 a.m.! – Grita Laura.

-Que hace la mano el que quiera beber – Grita el pelirrojo.

-¡Yo! – Gritamos todos en una sola voz.

De aquí allá pusimos música y cantamos a grito herido.

Después de un tiempo llegamos a un club, se notaba que era uno de los mejores de la cuidad. Antoni estacionó el auto y nos ayudó a bajar. Los tomó a ambas de la mano.

-¡Señoritas! Hoy seré su pareja, su guarda espaldas y su cita – Sus ojos azules brillaron y esa sonrisa que era como mirar al sol nos iluminó.

No entendí como alguien tan tierno, podía ser amigo de un demonio como Lucifer. Ambas sonreímos y nos aferramos a su brazo. Caminamos hasta la entrada del lugar, el chico habló con el de seguridad y nos dejaron pasar como si nada.

LUCIFERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora