𝐍𝐄𝐖 𝐑𝐎𝐌𝐀𝐍𝐓𝐈𝐂𝐒 | ❛ podría construir un castillo con todos los ladrillos que me lanzaron... cada día es una batalla, pero cada noche con nosotros es un sueño. ❜
España era el actual centro de atención del mundo entero. Con dos jóvenes pro...
────── • ✦ • ────── ~ 𝐍𝐄𝐖 𝐑𝐎𝐌𝐀𝐍𝐓𝐈𝐂𝐒 ~ 🥥🏹 a pablo gavi fanfiction ஃ━ act one; chapter fifteen ࿐ ❝creo que él sabe❞ ────── • ✦ • ──────
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NO HABÍA NADA MAS CLARO EN LA CABEZA DE ALESSIA, que su objetivo: la casa de Pablo. Sus manos jugaban con desesperación, entre ellas, tratando de mantener el mejor control posible sobre el enfado que estaba sintiendo.
La noche anterior, no había sabido como reaccionar a las palabras del futbolista, sin embargo, no fue necesario cuando él se quedó dormido y ella tuvo que bajar, con las mejillas sonrojadas de vergüenza, a decirle a Pedri, que Gavi pasaría la noche ahí. Le había costado tanto pegar el ojo, gracias a como de su cabeza no salían miles de preguntas.
No sabía cómo iba a afrontar todo el día siguiente, pero jamás se imaginó que él desaparecería y actuaría con esa demencia absurda.
Ni siquiera trataría de disimularlo. Le dolía. Y estaba dejándose llevar por sus instintos.
Su chofer, bajo orden de ella, había manejado bastante rápido hacia la casa del futbolista.
Los pasos de Alessia retumbaban en las paredes de la casa de Pablo. Había llegado hace unos segundos, y por impaciencia, no esperó mucho a que Pablo contestase a los toques en su puerta y aprovechó la falta de cerrojo para abrirla. Subía las escaleras a toda velocidad y entraba a varios dormitorios, encontrándose uno demasiado grande para él y otro demasiado femenino.
Se preocupó por la falta de ruido, y por un momento pensó que no había nadie, ya que, notó que el cuarto con las mismas características que tenía el que había visto por videollamadas, estaba vacío.
—¿Alessia?
El llamado de su nombre la hizo voltear.
Gavi, estaba saliendo de una puerta blanca, por la que ella pudo observar que era un baño.
Él, con el pelo mojado y solo un par de pantalones puestos, parecía acabar de terminar de ducharse.
La boca de Alessia se abrió sin saber que decir, desvió su mirada después de soltar un bufido.
—¿Qué haces aquí?
—Vístete —dijo ella, entrando a la habitación que supuso que le correspondía a él. Pablo frunció el ceño y entró rápido detrás de ella, dirigiéndose a su armario para sacar una camiseta, para colocarse.
