CAPÍTULO 3

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Ninguna de las obras presentes en esta historia son de mi pertenencia créditos a sus respectivos autores.

El sol comenzaba a elevarse en el horizonte, teñiendo el cielo con tonos cálidos y dorados. Goku se encontraba en el campo de entrenamiento, listo para recibir la tutela del respetado maestro samurái, Takeshi. El viento susurraba entre los árboles, y el aire estaba cargado de anticipación mientras Takeshi se aproximaba a Goku con pasos serenos pero firmes.

Takeshi observó a Goku con una mirada que evaluaba cada detalle, cada fibra de su ser. Goku, a su vez, lo miró con respeto y atención, consciente de la experiencia y sabiduría que este hombre llevaba consigo.

- Goku, el camino del samurái requiere disciplina, dedicación y precisión. Aprenderás a controlar tu cuerpo y mente para enfrentar los desafíos con valentía y honor - declaró Takeshi con una voz que resonaba como una campana templada por años de experiencia.

El azabache asintió, su rostro serio pero determinado. Se colocó en posición, con su katana desenvainada y lista para ser empuñada. Curiosamente Astaroth había aparecido repentinamente esta mañana, al inicio lo desconcertó, sin embargo no le tomó importancia, pero sin dudas esa arma era más especial de lo que el creía.

Takeshi se adelantó, su propia espada en mano, y el entrenamiento comenzó.
Los primeros movimientos fueron simples, un ritual de movimiento y respuesta. Takeshi guió a Goku a través de cada paso, mostrándole cómo sostener su espada con firmeza pero sin tensión, cómo mover su cuerpo con fluidez y cómo mantener su mirada enfocada en el objetivo. Los cortes y estocadas se convirtieron en una danza, una coreografía de poder y gracia.

Con el tiempo, Takeshi introdujo a Goku en movimientos más complejos. Desde posturas de combate hasta técnicas de bloqueo y evasión, Goku absorbía cada instrucción con concentración y determinación. Los movimientos se volvían más naturales a medida que avanzaban, cada músculo de su cuerpo respondiendo al entrenamiento constante.

Takeshi también compartió con Goku los principios fundamentales de la filosofía samurái: honor, lealtad y autodisciplina. Habló de la importancia de llevar estas virtudes no solo en el combate, sino en cada aspecto de la vida.

Después de una intensa sesión de entrenamiento, Goku estaba agotado pero lleno de satisfacción. Takeshi lo observó con una mirada que combinaba aprobación.

- Has hecho progresos notables, Goku. Pero no olvides que el camino del samurái es una búsqueda constante de mejora. Tu compromiso y tu deseo de aprender te guiarán hacia la maestría - dijo Takeshi con una voz serena y segura.

El azabache asintió, sus ojos reflejando su determinación en cada palabra. Takeshi le dedicó una sonrisa ligera y posó una mano en su hombro con orgullo.

- Continúa practicando con perseverancia, Goku. Con esfuerzo y dedicación, alcanzarás el dominio de las artes samurái -

El joven asintió una vez más, su expresión resuelta. Con Takeshi como su guía, estaba listo para enfrentar cualquier desafío que el camino del samurái le presentara, dispuesto a honrar y vivir los valores de esta antigua tradición.

A medida que las estaciones seguían su curso, Goku se sumergía cada vez más en su entrenamiento como samurái. Aunque las lecciones de combate y las enseñanzas filosóficas eran esenciales, también estaba decidido a comprender y abrazar completamente la cultura japonesa que ahora lo rodeaba.

Takeshi, siempre atento a la determinación de Goku, lo introdujo en una variedad de aspectos culturales. Juntos, asistieron a festivales tradicionales, donde Goku se maravilló con los trajes coloridos, la música y la danza que celebraban la historia y las tradiciones del país.

Legado: "Búsqueda De La Redención" [Goku en Devil May Cry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora